La espiral del Faraón . 2047*
Siguieron
andando avenida bajo. Buscaban alimentos y un Walnut así que ambas cosas eran
bienvenidas.
Tania
se resguardaba la cara con un pañuelo y el resto hacían por parecer un hagged
cualquiera.
Sin
embargo, aunque la intención era digna, para el grupo de Rasha era imposible no
destacar.
En
plena calle encontraron un hombre que vendía una especie de salchichas en un
puesto ambulante. Rasha se acercó intrigado con la intención de pedir una salchicha
y algo de bebida para todo el grupo.
-Se
me olvidó deciros chicos- comenzó a decir Asar antes de acercarse al puesto
ambulante. -Todo lo comestible o que se pueda beber son hologramas.
-¿Cómo
hologramas?- exclamó Tania.
-No
son reales aunque están diseñadas para aportar algo de proteínas y vitaminas.
-Explicó el muchacho de ojos negros.
Levar
se quedó boquiabierta y, en ese momento, recordó el alimento de los
astronautas. El la Tierra solía temer que la comida se convirtiera en un
producto de mercado transgénico.
La
idea de todos modos no le seducía. Cualquier Ecodita estaría de acuerdo con
ella en que comer alimentos completamente naturales sin químicos ni pesticidas
era lo más coherente a un estilo de vida natural comparable a cualquier humano o
Alfariano, según de que Universo se tratase.
Ella
preferiría una manzana cogida de un árbol frente a doscientas salchichas
prefabricadas de plástico.
A
pesar de sus designios no tenía elección. Su estómago elegiría lo inevitable,
por extraño que le pareciese.
Blod,
que la miraba entendiendo sus intenciones, le dijo:
-Reina
Levar. Pronto te darás un buen banquete como homenaje. Confía en mí.- Dijo
sonriéndole.
Rasha
y Asar se acercaron por fin al señor de las salchichas. Cogieron alimentos y
bebida para todos y trataron de buscar un lugar donde no llamaran demasiado la
atención.
Había
un hotel con unos grandes jardines a la entrada. Se adentraron entre las
plantas y se sentaron donde pudieron. Hambrientos, le dieron bocados amplios a los
bocadillos y bebieron desaforados.
Cuando
estaban acabando las bebidas, se acercaron unos ∏ uniformados.
No
tuvieron mas remedio que comenzar a huir y aunque no podían destacar entre la
gente, alejarse de los ∏ era realmente lo mas importante. Ellos podían
advertir al Faraón de la brecha en su sistema antes de lo previsto…
Los
seis corrieron con todas sus fuerzas y por el camino encontraron una empresa de
Walnuts. Rasha avisó al grupo y entraron todos de golpe en el comercio.
El
león sacó sus fichas y dio datos falsos sobre su identidad. El dependiente le
sacó las llaves y le indicó donde estaba el vehiculo. El Walnut disponía de un
equipo de GPS y un sistema multimedia y tenía suficiente depósito como para
hacer doscientos kilómetros. Respecto al tamaño, el conductor iba solo en la
delantera y detrás tenía dos pares de asientos con la capacidad para tres
personas en cada uno.
Desaparecieron
de la vista del vendedor por segundos. Tenían que alcanzar el farm cuando un ∏ se puso
delante de ellos. Blod, que se encontraba al lado de Rasha de cabeza de carrera,
cogió al ∏ por el cuello y comenzó a apretarle.
El
mismo can gritó: -¡Corred al Walnut…!
El
resto se fue dirección al vehículo. Se
encontraban en un garaje inmenso con vehículos de varios tamaños y no iba a ser
tan sencillo encontrar el vehículo que habían alquilado.
Rasha
por fin encontró el Walnut y ordenó al resto que subiera.
Se
subieron y fueron hasta la entra hasta alcanzar a Blod. El ∏ que había
estrangulado traía tras de sí a mas ∏. Blod no sabía que hacer excepto afrontar a cada ∏ según
llegaban. Dos de los ∏ le cogieron de
los hombros forcejeando con él.
Uno
de ellos le soltó y comenzó a absorberle energías con las manos.
Blod
resistía la fuerza energética encogiendo el estómago y tratando al mismo tiempo
de soltarse de las manos del otro ∏ que le sujetaba
de los hombros.
-¿De
dónde venís? -gritó el que le absorbía la fuerza.
-No
sois haggeds. Solo el Faraón puede traer con la pantalla a unas bestias como
vosotros. -Apuntó con cierto despotismo.
-Somos
desahuciados.- Trató de articular Blod de forma completamente irónica.
-Los
desahuciados no acogen a individuos como tú.- Vociferó escupiendo al suelo y asestándole
un puñetazo en el estómago al can.
-No
me haces daño maldito ∏. -Gritó Blod.
Entonces
el ∏
volvió a ponerle las manos en el pecho y volvió a intentar absorberle la
energía.
El
gran Walnut de Rasha se acercaba por la izquierda. Abrió una de sus puertas y
cuando llegó a la altura de los ∏, Jacky salió haciendo malabarismos. Despistando la
atención de ellos, se subió a los hombros de uno, apoyándose después en el
hombro de otro. Logró hacer que los ∏ soltaran a Blod. Lo consiguió por que tuvieron que
aguantar el peso del Keburi que les estaba desconcertando, el cual estuvo
apunto de empezar a tirarles de las orejas.
Blod
finalmente se soltó y le pegó una patada al ∏ que tenía delante. Entonces, en cuestión de segundos,
accedió al Walnut y se sentó junto a Levar. Jacky consiguió despistar a los ∏ haciendo un
doble salto en el aire y luego se metió
también en el Walnut.
Rasha
aceleró la velocidad. Pronto estarían sobrevolando la ciudad.
-Los
∏
nos han encontrado. Alertaran rápidamente al Faraón. – Temió Tania.
-Creo
que no nos encontraran tan pronto. Al menos hasta que empiece el concierto. –Divagó
Rasha en voz alta.
Levar
respiró. Estaban a salvo en el Walnut pero su corazón seguía latiendo tan
rápido como el galope de un caballo.
Estaba
preparada para cualquier canto de guerra pero no estaba preparada para perder a
alguno de sus compañeros.
El
Walnut se movía ágilmente de lado a lado. Su inclinación lateral era
espectacular y, aunque Rasha había estado tanteando los mandos, el vehículo se
movía ahora sin incidencias.
Levar
volvía a sentirse indispuesta y mareada, como cuando era una niña y subía en el
coche de su padre. Esos vértigos parecían no abandonarla nunca.
Tania
y Asar buscaban por el GPS la dirección de aquel concierto. Se haría en las
afueras junto a unas fábricas abandonadas. Se preveía que acudieran diez mil
chavales. Sin embargo el león no se sintió tan alentado porque éste era un dato
con el que no contaba.
Tendrían
que alertar a muchos jóvenes a la vez, de los cuales la mayoría estaban
acostumbrados a su propia realidad.
Pero
ahora no era momento de pensar en eso. Debían llegar a las fábricas abandonadas
cuanto antes.
El
día estaba adormeciendo lo que permitió que Levar pensara que, en la espiral
del Faraón, el día y la noche transcurrían del mismo modo; con su luna y su
sol, con su falsedad y sus respectivas necesidades de disfrazar la realidad.
Sobrevolaron
la ciudad entera. La luz comenzaba a iluminar los claroscuros y una luz cenital
se apoderaba de todo cuanto se podía ver desde cualquier farola.
-Podemos
usar el multimedia.- Propuso Tania.
-Si,
pero ahora no podemos telestrasportarnos. Podríamos meternos en un lío. –Interino Asar.
-Si
pudiera ver mi correo vería si mi amigo Brand me ha dejado algún mensaje.-
Aventuró la mujer bipolar.
-Para
que puedas conseguir eso deberías vivir en la misma época en la que se escribió
el mensaje. Algunas tecnologías solo son privilegio del grandísimo- Ironizó
Jacky señalando el cielo con el índice refiriéndose al Faraón.
-Yo
llegué al Universo Alfa cuando en la Tierra estábamos en el año 2024. ¿De
verdad es imposible ver el correo de esa época?- Preguntó la terrestre.
-No,
aunque algún blog o fotolog puede dejarnos algún rastro. Si quedó constancia tú
puedes leerlo. Lo difícil es que alguien
en esa época lea algo que pongas tú ahora.
-Entonces
no puedo consultar ninguna página. Le dije a él que lo haría pero dudo ni tan
si quiera que siga existiendo esas páginas. De todos modos a él no le gustaba
dejar mensajes encriptados.
-¿Y
un blog? Quizá en el blog de Las Estrellas en Las Alturas. El escribía
preciosos relatos allí.- Siguió rumiando.
-¿Que
pretendes encontrar, reina Levar? Profanarás el futuro si alteras el pasado.- Le
inquirió algo serio Rasha.
Levar
le miró con cierto desdén pero luego agachó la mirada abatida.
-Solo
quiero saber si Brand está bien.
-Levar-
le dijo Rasha pidiéndole la mano- Es inútil.- Dijo besándosela.
-Si
quieres profanar el pasado cambiaremos el futuro y solo la encrucijada sabe
responder frente a eso. Si cambias algo podrían peligrar algunas vidas, quién
sabe…
-Aún
tengo dudas sobre eso. Yo recibí un mensaje… Además, Brand ha sido el único
amigo en el que pude confiar. Necesito decirle que localice a mis padres y les
diga que estoy bien. – Dijo algo seria sintiendo que la tristeza le azotaba.
-De
algún modo si te quiere sabrá que estás bien.
Jacky
la miró con la intención de apaciguar sus ánimos.
-No
se si sabrán en el momento que desaparecí ni si me han echado en falta
realmente.
-Lo
sabrás.- Afirmó Asar clavando sus pupilas negras en los ojos de la mujer
terrestre.
En
ese momento Levar sintió la fuerza de las palabras del mutante reafirmada en su
mirada.
Asar
se giró y comenzó a buscar datos en el sistema. Sería difícil encontrar a Sol y
a Kramp. Pero su afán de complacer a la reina en ocasiones iba más allá de sus
propios principios.
Levar,
que empezaba a apreciar a aquel hombre-gato, sintió orgullo por su grandeza
como individuo. Sin embargo ese sentimiento puramente fraternal no era
comparable a la pasión que sentía por Rasha.
-¿Qué
le dirás a los chicos? - Preguntó Blod dirigiéndose a Rasha.
-Ya
se me ocurrirá algo- murmuró el león.- Realmente no lo tengo del todo planeado.
-Creo
que eso deberíamos hablarlo todos.- Reaccionó Levar.
-No
es mala idea- añadió Jacky.- Creo que todos hemos llegado hasta aquí y todos
debemos afrontar esta situación por igual.
-La
reina Omega estaría orgullosa de nosotros.- Resaltó Tania.
-El
Universo Alfa entero debería de estarlo- Recapituló Blod apartando de lado la
modestia.
-No
se chicos. Ahora todo eso no importa. Importan todos los haggeds que están
esclavizados.- Añadió Levar con condescendencia.
Asar
miró a la mujer bipolar lleno de dudas y le dijo:
-Sea
como sea hay que llegar a la fuente a través de los niños. Es el único modo de
llegar al controlador del propio sistema.
-El
controlador es el Faraón.- Convino Tania.
-Me
refiero al propio sistema tecnológico. El Faraón no puede controlar estos hilos.
Eso ha de hacerlo alguien que maneje las tecnologías al cien por cien. – Procesó
Asar.
-¿Y
si el controlador y el Faraón están en el mismo lugar?- Sugirió Jacky.
-No
actuaran al mismo tiempo. Mi teoría es que el poder lo contempla el Faraón y el
dominio de los chips lo maneja un controlador.- Expuso Asar.
-Puede
que Jacky tenga razón y ambos sean la misma persona. – Añadió Levar.
-De
todas formas un niño no sabría llegar al controlador. – Intervino Blod.
Rasha
se dirigió a todo el grupo y trató de poner orden:
-Creo
que deberíamos centrarnos en el concierto.
Se
sucedieron algunas frases ligeras más. Pero finalmente todos acabaron por
silenciarse y siguieron lidiando con sus
propios pensamientos.
Asar
buscaba datos sobre el sistema vía Internet. El resto observaba como Rasha
sobrevolaba una ciudad próspera en cemento y rascacielos, estructurada con una
intrincada red de carreteras y bordeada en la periferia por casas bajas
habitadas probablemente por individuos de alto estatus y poder. La iluminación
hacía entrever todo este panorama repleto de ∏ y haggeds andando de un lado a
otro como androides.
Era
una noche clara, incluso parecía
tranquila desde el Walnut.
Rasha
lo inclinó para esquivar un edificio. Al hacerlo se encontró con una extensión
de agua. Era un mar calmo y aparentemente limpio.
-Mira,
es el mar Sereno. Tiene gracia que lo llamen sereno…-Dejó caer con frivolidad el
Keburi.
Levar
volvió a traer a su mente a su hermana. Era una mujer rebelde. No hubiera
podido admitir una vida presionada basada en la esclavitud y la tiranía.
¿A
cambio de qué y porque había sido esclavizada?
Levar
no podía entender nada. Su hermana había
desaparecido diez meses antes de que ella llegara al Universo Alfa y lo había
hecho en circunstancias extrañas, sin dejar apenas rastro de su partida.
Sus
padres habían llorado desconsoladamente impotentes ante la situación. Tendría que encontrar al sistema y averiguar
los puntos de control. De ese modo existía una posibilidad para encontrar a
Sol.
¿Los
∏ habían
respetado su nombre? ¿Ella misma había solicitado llamarse Sol Belmonte tal y
como se apellidaba su padre?
Rasha
comprobaba el tráfico aéreo. Los Walnuts se guiaban por unos GPS
extraordinarios. Tenían un sistema de anclaje similar a los farms pero su
movilidad estaba perfeccionada.
El
Walnut no requería control del conductor a menos que se solicitase una conducción
manual. Pese a su fácil manejo, el león prefería utilizar la manual siempre que
fuese posible.
Se
estaban acercando a las fábricas abandonadas. Había Walnuts aparcados a un
lado. Rasha bajó hasta el pavimento para tratar de aparcar cerca de estos
vehículos. Bajó a ras del suelo y aparcó de forma manual.
Ya
había algunos jóvenes pululando por la explanada del concierto pero no los
suficientes como para llenarlo.
Bajaron
del vehículo con total elegancia y delicadeza para no alterar las miradas de
los ∏.
Tania
se tapó la cara con el mismo pañuelo que había utilizado durante toda la
instancia en la espiral del Faraón.
En
principio no había causado ninguna atención frente a los ∏. Había que
cruzar los dedos.
Blod
y Levar bajaron por la puerta de la derecha y el resto lo hicieron por la
izquierda ya que los asientos traseros abrían por ambas partes, menos Rasha que
bajó por la puerta del conductor que solo abría hacia la izquierda.
El
león, al salir, pisó gravilla con las botas y a posteriori hizo que todo el
grupo se reuniera en un lateral del Walnut.
-Tenemos
que llegar a las gradas y entrar en el backstage.- Comentó de forma vaga.
-Se
que aún es pronto para hacerlo -dijo frenando las ansias del resto- pero en
cuanto se llene de gente deberíamos intentarlo.
Mientras
tanto unos técnicos trataban de controlar las luces y el cableado así como los
micrófonos y algunos instrumentos musicales.
Rasha
se acercó junto a todo el grupo a un lateral del escenario. EL suelo en los
aparcamientos solo tenía gravilla. Sin embargo, frente al tablado, todo era
tierra y césped, el cual sí crecía de forma salvaje.
El
león prefirió no llamar la atención. Aguardó junto a un grupo de niños que se
contaban chascarrillos y reían sin parar.
Eran
chavales de entre trece y quince años. La mayoría vestía uniformado pero alguno
se atrevía con un vestuario negro repleto de accesorios góticos. Tania y Levar
debatían el porque de sus atuendos. Levar decía que al menos algunos tenían la
valentía de vestir de forma distinta al resto. Tania por lo contrario decía que
esa era una forma de adaptarse al entorno.
-Un
adolescente no quiere adaptarse a nada. ¡Tania, vamos!-Discutía Levar.
-Es
más cómodo ir uniformados. Te valoran por quien eres porque total, todos visten
igual en el exterior y lo esencial se marca por una diferencia interna.- Expuso
la hija de Acuario.
-Pues
por eso, uniformados no expresan nada y un adolescente necesita expresarse.
-Quizá estos no necesiten
expresarse, además están acostumbrados a ser dóciles. ¿No recuerdas los
castigos?- Le recordó.
-Prefiero no saber que son esos castigos. – Contestó la reina mirando hacia otro lado.
-Prefiero no saber que son esos castigos. – Contestó la reina mirando hacia otro lado.
Las
niñas iban uniformadas de naranja pastel y los niños de azul piscina. Sin
embargo los que más destacaban eran los góticos. Llevaban un pantalón negro
ajustado, con una camiseta a juego del mismo color. A conjunto lucían unos guantes
de tela de araña y unas botas negras de esquiar. En sus manos llevaban una
multitud de anillos, además de guantes, y sus ojos los tenían pintados de negro
tanto alrededor del ojo como en el párpado formando una luna curva casi
perfecta.
-Ves,
en mi mundo también hay chicos que visten así. – Les ilustró Levar.
El
gato observó a los muchachos y luego se dirigió a la terrestre:
-Ya
pero en tu mundo no pierden nada. Aquí el incumplimiento de una norma supone un
castigo.
-¿Corporal?-
Preguntó Levar.
-Cerebral y supongo que físico, si a eso lo quieres
llamar físico –le contestó él.
Levar
se fijó en las caras de los que vestían de forma gótica. Sus semblantes parecían más serios que los del resto. Quizá
esperaran su próxima amonestación…
-Chicas,
¡miráis demasiado a los niños! ¿No creéis?- Les reprendió Jacky a las dos
mujeres.
-Tal
vez tengas razón Jacky. –Contestó Tania.
-Miraremos
al escenario, ¿no Tania?- Añadió Levar.
-Por
favor, actuar con un poco de rigor.- Murmuró Rasha.
-Mirad
-agregó el león.- Aparte de los técnicos he visto algunos ∏ cerca de los
escenarios.
-Casi
prefiero que vayan uniformados. Cuando van con la capa negra son más peligros.-
Dedujo Blod.
-Ya
imaginaba yo que no sería tan fácil. – Intervino Tania.
-¿Qué
podemos hacer?- quiso saber Jacky.
El
león le pasó la pregunta al muchacho:
-¿Qué
dices Asar?
-¿Matarlos
uno por uno? Es que no sé…- Balbuceó este mirando fijamente al león.
Segundos
después el gato mutante reaccionó:
-Esto
se llenará de un momento a otro, lo presiento y también presiento que dentro de
esos chavales bulle un corazón de sangre y fuego. ¿Por qué no les cantamos
alguna canción? Tendremos derecho a decir lo que nos plazca. Al fin y al cabo
la música lo permite.
-Ufff...,
no sé. – Musitó Tania.
Rasha
y Asar se miraron. En el fondo eran los más renegados para tocar aunque no
tanto para cantar. Pero la idea no suponía un mayor atrevimiento de lo que
habían vivido hasta ahora.
-Veamos,
yo puedo tocar cualquier instrumento y Blod podría tocar un tambor o algún
instrumento de percusión. Yo me apunto a la guitarra- Propuso el Keburi de
forma atrevida.
-Yo
quiero tocar otro tambor con Blod. -Dijo Levar casi sin poder articular palabra.
-Aunque no tengo ni idea… -Añadió.
-Entonces
yo y Asar cantaremos. Hay que negociar para poder ser teloneros. Siempre fallan
algunos músicos, ¿no?- dijo el líder dudando por un instante de que aquello
sucediera.
-Esto
es una locura chicos, ¿no hay otra forma?- Manifestó Levar.
-No
podremos salir al escenario sin excusa, reina Levar. Debes acompañarnos- Dijo
el león dándole la mano y sonriéndole a la chica terrestre. Ella se la entregó
sin ningún impedimento y sintió cierta serenidad al hacerlo. El león de ojos
negros la estaba amando una vez más.
-No
nos pasará nada subiendo al escenario. Estos chicos nos necesitan, te necesitan
reina Levar. Tú hablas su lenguaje.
-Rasha…
yo solo soy una humana. -dijo susurrando mientras Rasha se acercaba a sus
labios.
-Eres
mi reina.- Entonces la cogió de la cintura
y la besó tiernamente apartándole el pelo con una mano y con la otra
rozándole el cuello.
El
resto del grupo disimulaba mirando hacia todos los lados.
Ambos
trataban de no demostrar su afecto en público porque ambos eran pudorosos en la muestra de sus propios
sentimientos. Sin embargo en ocasiones
la expresión de los sentidos era inevitable así como también lo era la propia incomodidad
que sentía el resto del grupo al verlos
besarse.
A los
pocos minutos Rasha hablaba con Asar acerca de la posibilidad de ser teloneros.
-Nuestros
trajes son poco creíbles. Quizá debamos vestir como los ∏. ¿No crees
Rasha?-Expuso Asar.
-¿Estás
insinuando que matemos a unos cuantos ∏? - contestó Rasha con otra pregunta.
-Unos
trajes al menos para ti y para mi si que vendrían bien.
-Bien,
no os mováis, vamos a negociar nuestra aparición como ∏.
Se
metieron debajo del escenario y, cogiéndolos del cuello, degollaron a dos ∏. Les quitaron
las ropas y se las colocaron ellos mismos poniéndoles a los pies las que
llevaban ellos con anterioridad.
-Ahora
ya somos ∏. -Dijo el león mostrándole una gran sonrisa al gato.
-Tu
barba y tu pelo quizá sean un foco de atención.
-Tranquilo,
la capa es lo más importante. De todos modos tendrás que hablar tú.
Se
acercaron a una comitiva que esperaba fuera de las caravanas de los músicos.
-Hola,
somos los guardianes de un grupo especial de música. Saldrán de teloneros antes
que el grupo principal. -Recitó Asar.
-Teloneros…
curiosa palabra, ¿no, Bob?- le dijo un ∏ a otro.
-No
se de que me habláis. Jahvian serán los únicos que saldrán a escenario.
-Podríamos
amenizar a todos estos chavales. Venimos desde muy lejos para tocar con
Jahvian- Insistió Asar.
-Un
segundo, hablaré con ellos.
Rasha
temía por la vida de todo el grupo. Quizá la lucha traía consigo la llama de
muchas espirales. Pero para el león, Levar era una estrella que debía seguir
brillando.
Tantas
veces había soñado por llegar a Sión. Tantas veces había soñado con derrocar a
Babylon. Y ahora se encontraba inmerso dentro de una farsa ostentosa de maldad,
lidiando con la idea contrapuesta de si
esos chavales podían alcanzar Sión.
Al
cabo del rato el ∏ que se había ausentado para hablar con el grupo
volvió a hablar con los dos felinos.
Rasha
se adelantó a sus palabras y le dio una
bolsa de hierba en mano.
-Dicen
que…- Logró articular el ∏.
Entonces
cogió la hierba en sus manos y se marchó de nuevo.
A
los pocos minutos llegó con un gesto acorde a las circunstancias.
-Jahvian
ha decidido que toquéis una canción. Pero tenéis que apresuraros. Ir al
escenario y una vez allí probar los instrumentos y ensayar la canción.
Rasha
y Asar corrieron hacia el grupo. Lo habían logrado.
El
resto de componentes del grupo siguieron al león y al gato detrás de ellos
hasta llegar a los escenarios.
Se
subieron por unas escaleras de madera hasta el tablado de conglomerado y allí
se pusieron a elegir los instrumentos con los que tocarían la canción.
Aun
faltaban diez minutos pero los niños empezaron a galoparse frente al escenario.
La
gran mayoría vestía con uniformes de
pana, unos similares a otros. Pero unos pocos vestían de negro, con agujeros
calados en los pantalones y en los codos. Aunque parecían tétricos sus ojos
eran llamas de expresión en medio de un lugar prefabricado de trajes idénticos,
vulgares y las mismas muecas por sonrisa.
¿Aquellos
jóvenes serían capaces de saltar por encima del egoísmo y de la horrible
esclavitud?
O
por lo contrario, ¿eran unas falsas poses de libertad y generosidad?
-Mira
reina Levar. Está lleno de muchachos... -Le dijo Blod a la terrestre mientras miraba de soslayo a aquellos niños.
-Son
solo niños… Solo eso. - Le contestó ella algo ausente.
Echaron
una ojeada al escenario y luego esperaron en el backstage. Aún tenían que
elegir los instrumentos.
Rasha
encontró tres timbales para Levar, Blod y Tania.
Asar
miró dos micrófonos, uno para él y otro Rasha.
Y
Jacky encontró la guitarra perfecta.
Jacky,
que era el más diestro con los instrumentos así que cogió las riendas del
grupo.
-Blod
y Levar, seguiréis un ritmo. Tu Tania puedes explayarte. Asar y Rasha entrarán
cuando lo consideren pero debéis dejar que yo empiece antes. Es lo único que deberíamos
ensayar. - Explicó el Keburi haciendo de director de orquesta.
-¿Sabes
la canción que cantaban los antiguo egipcios para expulsar a Babylon?
Rasha
le miró sorprendido.
-¿Sabes
esa canción, Jacky?
-Me
la enseñaron de pequeño como a ti… si me dejas hacer los coros la puedo cantar
contigo. Asar deberá seguirnos con los coros también.
-Eso
está hecho.
Entonces
ambos se dieron la mano y se la apretaron fuertemente.
-¿Ya
estamos todos, no?- Dijo Jacky instintivamente.
-Ya
estamos todos para hacer el ridículo.- Disparó Blod algo nervioso.
-Interesante,
¡estamos todos para hacer el ridículo…! ¡Qué poco me conoces, gran perro del Oeste!-
Sonrió el Keburi.
-Lo
suficiente.- Gruñó Blod.
Subieron
todos a la parte delantera del escenario. Había un gran telón que los separaba
de los muchachos. Solo tenían que
esperar a que subiera.
Levar
estaba muerta de vergüenza. Jamás había hecho esto en la vida. Las piernas le
temblaban pero no era excusa para retroceder.
Varios
∏
hacían chascarillos acerca del grupo que iba a salir.
Entonces
el telón comenzó a subir.
El
grupo de Levar estaba posicionado. Asar y Rasha habían ensayado varias veces la
canción.
Todos
estaban nerviosos sobre todo por lo que podía pasar después.
Comenzaron
a tocar.
Todo
el mundo estaba expectante esperando al grupo de Jahvian y sin embargo tenían
en frente a un grupo desconocido y algo estrafalario por sus ropas.
El
grupo a penas se oía.
Jacky
ordenó a los cantantes que subieran el tono de voz.
-Si
esto es Babylon……
Seguían
cantando sin parar y los acordes de Jacky no sonaban nada mal. Los tambores
sonaban tranquilos y rítmicos, menos el de Tania que sobresalía un poco
más. Así debía de ser y así se hizo.
El
gentío se movía de un lado a otro moviendo sus cabezas y sus caderas.
Lo
que no esperaban los niños es lo que sucedería después.
Los
∏
observaban atentamente moviéndose de lado a lado. Los guardianes de Jahvian
habían sido mandados a controlar el escenario por si ocurría algún incidente
con aquel grupo extraño.
Por
fin se oía la canción en todos los rincones del concierto.
”Si
esto es Babylon,
debes aprender a sentirte bien.
Si esto es Babylon,
debes saber quien te quiere bien.
Busca tu camino en tu corazón.
Mama tierra te regalará la luz del amor.
Si esto es Babylon,
acércate a Sión.
Solo tu sonrisa te dará calor.
Mece a tu niño pensando en colores.
y no te harán falta canciones para dos.
Si esto es Babylon,
mírale con los ojos de un león.
Alguien grande me dijo que no apagaran mi
voz.
Si esto es Babylon,
debes aprender a sentirte bien.
Yo te canto para que no caigas en él.
Cuando
terminaron todos empezaron a aplaudir eufóricos. Habían escuchado algo nuevo
que les llenaba el corazón.
En
el backstage el Keburi había estado contando a Levar que esta canción se la
cantaba la reina Faraona del antiguo Egipto a la primera reina Omega cuando era
una niña. Ahora había sido confiada a unos niños que pronto serían futuros
esclavos.
Rasha
buscaba un propósito con esta canción y creía haberlo conseguido.
Cuando
acabaron de sonar las últimas, notas
Jacky cogió el micrófono y les habló:
-Ahora
queremos trasmitiros un mensaje antes de que lleguen Jahvian.
Entonces
se apartó volviendo a darle el micrófono a Asar pendiente de que nada les
frenara. Levar le advirtió a Tania que fuera a por el Walnut y lo dejara
aparcado cerca del escenario. Ella se marchó hacia él sin más dilaciones.
Entonces
la reina Bipolar cogió a Asar de la cintura y comenzó a hablar a pesar de lo
mucho que le costaba la hazaña.
-No
se si sabréis vuestro destino pero, ¿qué me diríais si en esta espiral no lo
pudierais cambiar? ¿Y si tuvierais que
vivir como esclavos castigados y dominados por un sistema que jamás os dejaría
salir de él? Y que diríais si yo os digo que existe una solución… -expuso Levar cogiendo confianza a medida que
dejaba caer estas palabras.
Entonces
le devolvió el micrófono a Asar y se apartó a un lado. Los ∏ comenzaban a
alterarse. Estaban desconcertados y aún no sabían que se proponía aquel grupo. Además
Jahvian estaba apunto de salir y todo debía estar dispuesto para ellos.
-Buscamos
aquí esa solución porque está entre vosotros. Necesitamos a un niño que tenga
el suficiente valor como para ayudarnos a desentrañar este sistema. Nadie jamás
había cuestionado la situación frente los niños. ¿Quién es el valiente? - Terminó
de decir Asar.
Blod
se estremeció. Los ∏ estaban acercándose cada vez más.
Rasha
cogió el micrófono y se acercó al borde del escenario, lo máximo posible a los
niños.
-No
podéis vender vuestra alma. Yo no lo admitiré y quien esté dispuesto a venir
con nosotros para abolir un sistema degradante que se una a nosotros y nos acompañe.
A los dieciséis años todo cambiará para vosotros. No tendréis mas salida que la de atajar las
ordenes del Faraón. El Faraón es el
Estado pero el Estado no puede haceros daño; no debería al menos. El Faraón es
el opio del pueblo. Os domestica diciendo que obtengáis cosas que corresponden
a una necesidad. Todo está controlado por él.
-¡Vuestros
sueños están controlados por él! -Gritó Rasha en su última frase.
-¡Por
favor escucharle! Corréis un gran peligro. Pronto los ∏ serán vuestro
peor enemigo y viviréis una vida que no habéis elegido. -Aseguró Levar plenamente
afligida pero con la suficiente fuerza en la voz como para que le oyeran todos
los presentes.
Unos
∏
estaban cerca de ellos acercaban cada vez más sus pasos.
El
grupo decidió saltar del escenario hasta llegar a los chicos y comenzó a correr. Los chavales se
apartaban, aunque más de uno hubiera deseado unirse a ellos.
Tania,
que los vio venir desde lejos, se situó al fondo de la muchedumbre, justo a la
altura por donde corría el grupo.
Se
repente un niño se cogió de la mano de Levar. Era de la altura de la reina
Bipolar pero corría algo más lento.
La
hija de Acuario se impacientaba. Dos ∏ se acercaban al Walnut.
Todos
comenzaron a entrar en el vehículo volador, incluyendo al niño que iba con sujetaba la mano de la
terrestre.
El
Walnut despegó. Adiós ∏.
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