El contenido de La espiral Bipolar se engloba en un libro de alrededor de 140.000 palabras (o al menos eso creo de momento) Aquí haré la honesta y árdua tarea de transcribir los cápitulos en varias fases para una lectura mas fácil. Y sobre todo compartiré el arte porque el arte que trasmite es el arte para TODOS.
La curiosidad dió sentido a nuestros pasos y nuestros pasos nos llevaron a ella...a la curiosidad bajo el influjo de las mismas espirales.

{Os mando la energía... si queréis saltar os espero en la otra espiral}

miércoles, 3 de octubre de 2012

CAPITULO 12, PARTE 2º


La espiral del Faraón . 2047*






Siguieron andando avenida bajo. Buscaban alimentos y un Walnut así que ambas cosas eran bienvenidas.
Tania se resguardaba la cara con un pañuelo y el resto hacían por parecer un hagged cualquiera.
Sin embargo, aunque la intención era digna, para el grupo de Rasha era imposible no destacar.
En plena calle encontraron un hombre que vendía una especie de salchichas en un puesto ambulante. Rasha se acercó intrigado con la intención de pedir una salchicha y algo de bebida para todo el grupo.

-Se me olvidó deciros chicos- comenzó a decir Asar antes de acercarse al puesto ambulante. -Todo lo comestible o que se pueda beber son hologramas.
-¿Cómo hologramas?- exclamó Tania.
-No son reales aunque están diseñadas para aportar algo de proteínas y vitaminas. -Explicó el muchacho de ojos negros.

Levar se quedó boquiabierta y, en ese momento, recordó el alimento de los astronautas. El la Tierra solía temer que la comida se convirtiera en un producto de mercado transgénico.  
La idea de todos modos no le seducía. Cualquier Ecodita estaría de acuerdo con ella en que comer alimentos completamente naturales sin químicos ni pesticidas era lo más coherente a un estilo de vida natural comparable a cualquier humano o Alfariano, según de que Universo se tratase.
Ella preferiría una manzana cogida de un árbol frente a doscientas salchichas prefabricadas de plástico.
A pesar de sus designios no tenía elección. Su estómago elegiría lo inevitable, por extraño que le pareciese.
Blod, que la miraba entendiendo sus intenciones, le dijo:
-Reina Levar. Pronto te darás un buen banquete como homenaje. Confía en mí.- Dijo sonriéndole.






Rasha y Asar se acercaron por fin al señor de las salchichas. Cogieron alimentos y bebida para todos y trataron de buscar un lugar donde no llamaran demasiado la atención.
Había un hotel con unos grandes jardines a la entrada. Se adentraron entre las plantas y se sentaron donde pudieron. Hambrientos, le dieron bocados amplios a los bocadillos y bebieron desaforados.
Cuando estaban acabando las bebidas, se acercaron unos uniformados.
No tuvieron mas remedio que comenzar a huir y aunque no podían destacar entre la gente, alejarse de los era realmente lo mas importante. Ellos podían advertir al Faraón de la brecha en su sistema antes de lo previsto…

Los seis corrieron con todas sus fuerzas y por el camino encontraron una empresa de Walnuts. Rasha avisó al grupo y entraron todos de golpe en el comercio.
El león sacó sus fichas y dio datos falsos sobre su identidad. El dependiente le sacó las llaves y le indicó donde estaba el vehiculo. El Walnut disponía de un equipo de GPS y un sistema multimedia y tenía suficiente depósito como para hacer doscientos kilómetros. Respecto al tamaño, el conductor iba solo en la delantera y detrás tenía dos pares de asientos con la capacidad para tres personas en cada uno.


Desaparecieron de la vista del vendedor por segundos. Tenían que alcanzar el farm cuando un se puso delante de ellos. Blod, que se encontraba al lado de Rasha de cabeza de carrera, cogió al por el cuello y comenzó a apretarle.
El mismo can gritó: -¡Corred al Walnut…!
El resto  se fue dirección al vehículo. Se encontraban en un garaje inmenso con vehículos de varios tamaños y no iba a ser tan sencillo encontrar el vehículo que habían alquilado.



Rasha por fin encontró el Walnut y ordenó al resto que subiera.
Se subieron y fueron hasta la entra hasta alcanzar a Blod. El que había estrangulado traía tras de sí a mas . Blod no sabía que hacer excepto afrontar a cada según llegaban. Dos de los   le cogieron de los hombros forcejeando con él.
Uno de ellos le soltó y comenzó a absorberle energías con las manos.
Blod resistía la fuerza energética encogiendo el estómago y tratando al mismo tiempo de soltarse de las manos del otro  que le sujetaba de los hombros.
-¿De dónde venís? -gritó el que le absorbía la fuerza.
-No sois haggeds. Solo el Faraón puede traer con la pantalla a unas bestias como vosotros. -Apuntó con cierto despotismo.
-Somos desahuciados.- Trató de articular Blod de forma completamente irónica.
-Los desahuciados no acogen a individuos como tú.- Vociferó escupiendo al suelo y asestándole un puñetazo en el estómago al can.
-No me haces daño maldito . -Gritó Blod.
Entonces el volvió a ponerle las manos en el pecho y volvió a intentar absorberle la energía.
El gran Walnut de Rasha se acercaba por la izquierda. Abrió una de sus puertas y cuando llegó a la altura de los ∏, Jacky salió haciendo malabarismos. Despistando la atención de ellos, se subió a los hombros de uno, apoyándose después en el hombro de otro. Logró hacer que los soltaran a Blod. Lo consiguió por que tuvieron que aguantar el peso del Keburi que les estaba desconcertando, el cual estuvo apunto de empezar a tirarles de las orejas.
Blod finalmente se soltó y le pegó una patada al que tenía delante. Entonces, en cuestión de segundos, accedió al Walnut y se sentó junto a Levar. Jacky consiguió despistar a los haciendo un doble salto en el aire y luego se  metió también en el Walnut.
Rasha aceleró la velocidad. Pronto estarían sobrevolando la ciudad.




-Los nos han encontrado. Alertaran rápidamente al Faraón. – Temió Tania.
-Creo que no nos encontraran tan pronto. Al menos hasta que empiece el concierto. –Divagó Rasha en voz alta.

Levar respiró. Estaban a salvo en el Walnut pero su corazón seguía latiendo tan rápido como el galope de un caballo.
Estaba preparada para cualquier canto de guerra pero no estaba preparada para perder a alguno de sus compañeros.


El Walnut se movía ágilmente de lado a lado. Su inclinación lateral era espectacular y, aunque Rasha había estado tanteando los mandos, el vehículo se movía ahora sin incidencias.
Levar volvía a sentirse indispuesta y mareada, como cuando era una niña y subía en el coche de su padre. Esos vértigos parecían no abandonarla nunca.

Tania y Asar buscaban por el GPS la dirección de aquel concierto. Se haría en las afueras junto a unas fábricas abandonadas. Se preveía que acudieran diez mil chavales. Sin embargo el león no se sintió tan alentado porque éste era un dato con el que no contaba.
Tendrían que alertar a muchos jóvenes a la vez, de los cuales la mayoría estaban acostumbrados a su propia realidad.
Pero ahora no era momento de pensar en eso. Debían llegar a las fábricas abandonadas cuanto antes.
El día estaba adormeciendo lo que permitió que Levar pensara que, en la espiral del Faraón, el día y la noche transcurrían del mismo modo; con su luna y su sol, con su falsedad y sus respectivas necesidades de disfrazar la realidad.



Sobrevolaron la ciudad entera. La luz comenzaba a iluminar los claroscuros y una luz cenital se apoderaba de todo cuanto se podía ver desde cualquier farola.

-Podemos usar el multimedia.- Propuso Tania.
-Si, pero ahora no podemos telestrasportarnos. Podríamos meternos en un lío.  –Interino Asar.
-Si pudiera ver mi correo vería si mi amigo Brand me ha dejado algún mensaje.- Aventuró la mujer bipolar.
-Para que puedas conseguir eso deberías vivir en la misma época en la que se escribió el mensaje. Algunas tecnologías solo son privilegio del grandísimo- Ironizó Jacky señalando el cielo con el índice refiriéndose al Faraón.
-Yo llegué al Universo Alfa cuando en la Tierra estábamos en el año 2024. ¿De verdad es imposible ver el correo de esa época?- Preguntó la terrestre.
-No, aunque algún blog o fotolog puede dejarnos algún rastro. Si quedó constancia tú puedes leerlo.  Lo difícil es que alguien en esa época lea algo que pongas tú ahora.
-Entonces no puedo consultar ninguna página. Le dije a él que lo haría pero dudo ni tan si quiera que siga existiendo esas páginas. De todos modos a él no le gustaba dejar mensajes encriptados.
-¿Y un blog? Quizá en el blog de Las Estrellas en Las Alturas. El escribía preciosos relatos allí.- Siguió rumiando.
-¿Que pretendes encontrar, reina Levar? Profanarás el futuro si alteras el pasado.- Le inquirió algo serio Rasha.
Levar le miró con cierto desdén pero luego agachó la mirada abatida.
-Solo quiero saber si Brand está bien.
-Levar- le dijo Rasha pidiéndole la mano- Es inútil.- Dijo besándosela.
-Si quieres profanar el pasado cambiaremos el futuro y solo la encrucijada sabe responder frente a eso. Si cambias algo podrían peligrar algunas vidas, quién sabe…
-Aún tengo dudas sobre eso. Yo recibí un mensaje… Además, Brand ha sido el único amigo en el que pude confiar. Necesito decirle que localice a mis padres y les diga que estoy bien. – Dijo algo seria sintiendo que la tristeza le azotaba.
-De algún modo si te quiere sabrá que estás bien.
Jacky la miró con la intención de apaciguar sus ánimos.
-No se si sabrán en el momento que desaparecí ni si me han echado en falta realmente.
-Lo sabrás.- Afirmó Asar clavando sus pupilas negras en los ojos de la mujer terrestre.
En ese momento Levar sintió la fuerza de las palabras del mutante reafirmada en su mirada.


Asar se giró y comenzó a buscar datos en el sistema. Sería difícil encontrar a Sol y a Kramp. Pero su afán de complacer a la reina en ocasiones iba más allá de sus propios principios.
Levar, que empezaba a apreciar a aquel hombre-gato, sintió orgullo por su grandeza como individuo. Sin embargo ese sentimiento puramente fraternal no era comparable a la pasión que sentía por Rasha.






-¿Qué le dirás a los chicos? - Preguntó Blod dirigiéndose a Rasha.
-Ya se me ocurrirá algo- murmuró el león.- Realmente no lo tengo del todo planeado.
-Creo que eso deberíamos hablarlo todos.- Reaccionó Levar.
-No es mala idea- añadió Jacky.- Creo que todos hemos llegado hasta aquí y todos debemos afrontar esta situación por igual.
-La reina Omega estaría orgullosa de nosotros.- Resaltó Tania.
-El Universo Alfa entero debería de estarlo- Recapituló Blod apartando de lado la modestia.
-No se chicos. Ahora todo eso no importa. Importan todos los haggeds que están esclavizados.- Añadió Levar con condescendencia.
Asar miró a la mujer bipolar lleno de dudas y le dijo:
-Sea como sea hay que llegar a la fuente a través de los niños. Es el único modo de llegar al controlador del propio sistema.
-El controlador es el Faraón.- Convino Tania.
-Me refiero al propio sistema tecnológico. El Faraón no puede controlar estos hilos. Eso ha de hacerlo alguien que maneje las tecnologías al cien por cien. – Procesó Asar.
-¿Y si el controlador y el Faraón están en el mismo lugar?- Sugirió Jacky.
-No actuaran al mismo tiempo. Mi teoría es que el poder lo contempla el Faraón y el dominio de los chips lo maneja un controlador.- Expuso Asar.
-Puede que Jacky tenga razón y ambos sean la misma persona. – Añadió Levar.
-De todas formas un niño no sabría llegar al controlador. – Intervino Blod.
Rasha se dirigió a todo el grupo y trató de poner orden:
-Creo que deberíamos centrarnos en el concierto.
Se sucedieron algunas frases ligeras más. Pero finalmente todos acabaron por silenciarse y  siguieron lidiando con sus propios pensamientos.






Asar buscaba datos sobre el sistema vía Internet. El resto observaba como Rasha sobrevolaba una ciudad próspera en cemento y rascacielos, estructurada con una intrincada red de carreteras y bordeada en la periferia por casas bajas habitadas probablemente por individuos de alto estatus y poder. La iluminación hacía entrever todo este panorama repleto de y haggeds andando de un lado a otro como androides.
Era una  noche clara, incluso parecía tranquila desde el Walnut.
Rasha lo inclinó para esquivar un edificio. Al hacerlo se encontró con una extensión de agua. Era un mar calmo y aparentemente limpio.
-Mira, es el mar Sereno. Tiene gracia que lo llamen sereno…-Dejó caer con frivolidad el Keburi.


Levar volvió a traer a su mente a su hermana. Era una mujer rebelde. No hubiera podido admitir una vida presionada basada en la esclavitud y la tiranía.
¿A cambio de qué y porque había sido esclavizada?
Levar no podía entender nada.  Su hermana había desaparecido diez meses antes de que ella llegara al Universo Alfa y lo había hecho en circunstancias extrañas, sin dejar apenas rastro de su partida.
Sus padres habían llorado desconsoladamente impotentes ante la situación.  Tendría que encontrar al sistema y averiguar los puntos de control. De ese modo existía una posibilidad para encontrar a Sol.
¿Los habían respetado su nombre? ¿Ella misma había solicitado llamarse Sol Belmonte tal y como se apellidaba su padre?

Rasha comprobaba el tráfico aéreo. Los Walnuts se guiaban por unos GPS extraordinarios. Tenían un sistema de anclaje similar a los farms pero su movilidad estaba perfeccionada.
El Walnut no requería control del conductor a menos que se solicitase una conducción manual. Pese a su fácil manejo, el león prefería utilizar la manual siempre que fuese posible.






Se estaban acercando a las fábricas abandonadas. Había Walnuts aparcados a un lado. Rasha bajó hasta el pavimento para tratar de aparcar cerca de estos vehículos. Bajó a ras del suelo y aparcó de forma manual.

Ya había algunos jóvenes pululando por la explanada del concierto pero no los suficientes como para llenarlo.
Bajaron del vehículo con total elegancia y delicadeza para no alterar las miradas de los .
Tania se tapó la cara con el mismo pañuelo que había utilizado durante toda la instancia en la espiral del Faraón.
En principio no había causado ninguna atención frente a los . Había que cruzar los dedos.
Blod y Levar bajaron por la puerta de la derecha y el resto lo hicieron por la izquierda ya que los asientos traseros abrían por ambas partes, menos Rasha que bajó por la puerta del conductor que solo abría hacia la izquierda.
El león, al salir, pisó gravilla con las botas y a posteriori hizo que todo el grupo se reuniera en un lateral del Walnut.

-Tenemos que llegar a las gradas y entrar en el backstage.- Comentó de forma vaga.
-Se que aún es pronto para hacerlo -dijo frenando las ansias del resto- pero en cuanto se llene de gente deberíamos intentarlo.

Mientras tanto unos técnicos trataban de controlar las luces y el cableado así como los micrófonos y algunos instrumentos musicales.
Rasha se acercó junto a todo el grupo a un lateral del escenario. EL suelo en los aparcamientos solo tenía gravilla. Sin embargo, frente al tablado, todo era tierra y césped, el cual sí crecía de forma salvaje.
El león prefirió no llamar la atención. Aguardó junto a un grupo de niños que se contaban chascarrillos y reían sin parar.
Eran chavales de entre trece y quince años. La mayoría vestía uniformado pero alguno se atrevía con un vestuario negro repleto de accesorios góticos. Tania y Levar debatían el porque de sus atuendos. Levar decía que al menos algunos tenían la valentía de vestir de forma distinta al resto. Tania por lo contrario decía que esa era una forma de adaptarse al entorno.

-Un adolescente no quiere adaptarse a nada. ¡Tania, vamos!-Discutía Levar.
-Es más cómodo ir uniformados. Te valoran por quien eres porque total, todos visten igual en el exterior y lo esencial se marca por una diferencia interna.- Expuso la hija de Acuario.
-Pues por eso, uniformados no expresan nada y un adolescente necesita expresarse.
-Quizá estos no necesiten expresarse, además están acostumbrados a ser dóciles. ¿No recuerdas los castigos?- Le recordó.
-Prefiero no saber que son esos castigos. – Contestó la reina mirando hacia otro lado.



Las niñas iban uniformadas de naranja pastel y los niños de azul piscina. Sin embargo los que más destacaban eran los góticos. Llevaban un pantalón negro ajustado, con una camiseta a juego del mismo color. A conjunto lucían unos guantes de tela de araña y unas botas negras de esquiar. En sus manos llevaban una multitud de anillos, además de guantes, y sus ojos los tenían pintados de negro tanto alrededor del ojo como en el párpado formando una luna curva casi perfecta.


-Ves, en mi mundo también hay chicos que visten así. – Les ilustró Levar.
El gato observó a los muchachos y luego se dirigió a la terrestre:
-Ya pero en tu mundo no pierden nada. Aquí el incumplimiento de una norma supone un castigo.
-¿Corporal?- Preguntó Levar.
-Cerebral  y supongo que físico, si a eso lo quieres llamar físico –le contestó él.
Levar se fijó en las caras de los que vestían de forma gótica. Sus semblantes  parecían más serios que los del resto. Quizá esperaran su próxima amonestación…

-Chicas, ¡miráis demasiado a los niños! ¿No creéis?- Les reprendió Jacky a las dos mujeres.
-Tal vez tengas razón Jacky. –Contestó Tania.
-Miraremos al escenario, ¿no Tania?- Añadió Levar.
-Por favor, actuar con un poco de rigor.- Murmuró Rasha.
-Mirad -agregó el león.- Aparte de los técnicos he visto algunos cerca de los escenarios.
-Casi prefiero que vayan uniformados. Cuando van con la capa negra son más peligros.- Dedujo Blod.
-Ya imaginaba yo que no sería tan fácil. – Intervino Tania.
-¿Qué podemos hacer?- quiso saber Jacky.
El león le pasó la pregunta al muchacho:
-¿Qué dices Asar?
-¿Matarlos uno por uno? Es que no sé…- Balbuceó este mirando fijamente al león.
Segundos después el gato mutante reaccionó:
-Esto se llenará de un momento a otro, lo presiento y también presiento que dentro de esos chavales bulle un corazón de sangre y fuego. ¿Por qué no les cantamos alguna canción? Tendremos derecho a decir lo que nos plazca. Al fin y al cabo la música lo permite.
-Ufff..., no sé. – Musitó Tania.
Rasha y Asar se miraron. En el fondo eran los más renegados para tocar aunque no tanto para cantar. Pero la idea no suponía un mayor atrevimiento de lo que habían vivido hasta ahora.



-Veamos, yo puedo tocar cualquier instrumento y Blod podría tocar un tambor o algún instrumento de percusión. Yo me apunto a la guitarra- Propuso el Keburi de forma atrevida.
-Yo quiero tocar otro tambor con Blod. -Dijo Levar casi sin poder articular palabra. -Aunque no tengo ni idea… -Añadió.
-Entonces yo y Asar cantaremos. Hay que negociar para poder ser teloneros. Siempre fallan algunos músicos, ¿no?- dijo el líder dudando por un instante de que aquello sucediera.
-Esto es una locura chicos, ¿no hay otra forma?- Manifestó Levar.
-No podremos salir al escenario sin excusa, reina Levar. Debes acompañarnos- Dijo el león dándole la mano y sonriéndole a la chica terrestre. Ella se la entregó sin ningún impedimento y sintió cierta serenidad al hacerlo. El león de ojos negros la estaba amando una vez más.
-No nos pasará nada subiendo al escenario. Estos chicos nos necesitan, te necesitan reina Levar. Tú hablas su lenguaje.
-Rasha… yo solo soy una humana. -dijo susurrando mientras Rasha se acercaba a sus labios.
-Eres mi reina.- Entonces la cogió de la cintura  y la besó tiernamente apartándole el pelo con una mano y con la otra rozándole el cuello.
El resto del grupo disimulaba mirando hacia todos los lados.
Ambos trataban de no demostrar su afecto en público porque ambos eran pudorosos  en la muestra de sus propios sentimientos.  Sin embargo en ocasiones la expresión de los sentidos era inevitable así como también lo era la propia incomodidad  que sentía el resto del grupo al verlos besarse.




A los pocos minutos Rasha hablaba con Asar acerca de la posibilidad de ser teloneros.
-Nuestros trajes son poco creíbles. Quizá debamos vestir como los . ¿No crees Rasha?-Expuso Asar.
­-¿Estás insinuando que matemos a unos cuantos ? - contestó Rasha con otra pregunta.
-Unos trajes al menos para ti y para mi si que vendrían bien.
-Bien, no os mováis, vamos a negociar nuestra aparición como .



Se metieron debajo del escenario y, cogiéndolos del cuello, degollaron a dos ∏. Les quitaron las ropas y se las colocaron ellos mismos poniéndoles a los pies las que llevaban ellos con anterioridad.

-Ahora ya somos . -Dijo el león mostrándole una gran sonrisa al gato.
-Tu barba y tu pelo quizá sean un foco de atención.
-Tranquilo, la capa es lo más importante. De todos modos tendrás que hablar tú.

Se acercaron a una comitiva que esperaba fuera de las caravanas de los músicos.
-Hola, somos los guardianes de un grupo especial de música. Saldrán de teloneros antes que el grupo principal. -Recitó Asar.
-Teloneros… curiosa palabra, ¿no, Bob?- le dijo un a otro.
-No se de que me habláis. Jahvian serán los únicos que saldrán a escenario.
-Podríamos amenizar a todos estos chavales. Venimos desde muy lejos para tocar con Jahvian- Insistió Asar.
-Un segundo, hablaré con ellos.

Rasha temía por la vida de todo el grupo. Quizá la lucha traía consigo la llama de muchas espirales. Pero para el león, Levar era una estrella que debía seguir brillando.
Tantas veces había soñado por llegar a Sión. Tantas veces había soñado con derrocar a Babylon. Y ahora se encontraba inmerso dentro de una farsa ostentosa de maldad,  lidiando con la idea contrapuesta de si esos chavales podían alcanzar Sión.


Al cabo del rato el que se había ausentado para hablar con el grupo volvió a hablar con los dos felinos.
Rasha se adelantó  a sus palabras y le dio una bolsa de hierba en mano.
-Dicen que…- Logró articular el .
Entonces cogió la hierba en sus manos y se marchó de nuevo.
A los pocos minutos llegó con un gesto acorde a las circunstancias.
-Jahvian ha decidido que toquéis una canción. Pero tenéis que apresuraros. Ir al escenario y una vez allí probar los instrumentos y ensayar la canción.





Rasha y Asar corrieron hacia el grupo. Lo habían logrado.
El resto de componentes del grupo siguieron al león y al gato detrás de ellos hasta llegar a los escenarios.
Se subieron por unas escaleras de madera hasta el tablado de conglomerado y allí se pusieron a elegir los instrumentos con los que tocarían la canción.
Aun faltaban diez minutos pero los niños empezaron a galoparse frente al escenario.
La gran mayoría vestía  con uniformes de pana, unos similares a otros. Pero unos pocos vestían de negro, con agujeros calados en los pantalones y en los codos. Aunque parecían tétricos sus ojos eran llamas de expresión en medio de un lugar prefabricado de trajes idénticos, vulgares y las mismas muecas por sonrisa.



¿Aquellos jóvenes serían capaces de saltar por encima del egoísmo y de la horrible esclavitud?
O por lo contrario, ¿eran unas falsas poses de libertad y generosidad?


-Mira reina Levar. Está lleno de muchachos... -Le dijo Blod a la terrestre  mientras miraba de soslayo a aquellos niños.
-Son solo niños… Solo eso. - Le contestó ella algo ausente.

Echaron una ojeada al escenario y luego esperaron en el backstage. Aún tenían que elegir los instrumentos.
Rasha encontró tres timbales para Levar, Blod y Tania.
Asar miró dos micrófonos, uno para él y otro Rasha.
Y Jacky encontró la guitarra perfecta.
Jacky, que era el más diestro con los instrumentos así que cogió las riendas del grupo.

-Blod y Levar, seguiréis un ritmo. Tu Tania puedes explayarte. Asar y Rasha entrarán cuando lo consideren pero debéis dejar que yo empiece antes. Es lo único que deberíamos ensayar. - Explicó el Keburi haciendo de director de orquesta.
-¿Sabes la canción que cantaban los antiguo egipcios para expulsar a Babylon?
Rasha le miró sorprendido.
-¿Sabes esa canción, Jacky?
-Me la enseñaron de pequeño como a ti… si me dejas hacer los coros la puedo cantar contigo. Asar deberá seguirnos con los coros también.  
-Eso está hecho.
Entonces ambos se dieron la mano y se la apretaron fuertemente.
-¿Ya estamos todos, no?- Dijo Jacky instintivamente.
-Ya estamos todos para hacer el ridículo.- Disparó Blod algo nervioso.
-Interesante, ¡estamos todos para hacer el ridículo…! ¡Qué poco me conoces, gran perro del Oeste!- Sonrió el Keburi.
-Lo suficiente.- Gruñó Blod.




Subieron todos a la parte delantera del escenario. Había un gran telón que los separaba de los muchachos.  Solo tenían que esperar a que subiera.
Levar estaba muerta de vergüenza. Jamás había hecho esto en la vida. Las piernas le temblaban pero no era excusa para retroceder.
Varios hacían chascarillos acerca del grupo que iba a salir. 

Entonces el telón comenzó a subir.
El grupo de Levar estaba posicionado. Asar y Rasha habían ensayado varias veces la canción.
Todos estaban nerviosos sobre todo por lo que podía pasar después. 
Comenzaron a tocar.
Todo el mundo estaba expectante esperando al grupo de Jahvian y sin embargo tenían en frente a un grupo desconocido y algo estrafalario por sus ropas.
El grupo a penas se oía.
Jacky ordenó a los cantantes que subieran el tono de voz.
-Si esto es Babylon……

Seguían cantando sin parar y los acordes de Jacky no sonaban nada mal. Los tambores sonaban tranquilos y rítmicos, menos el de Tania que sobresalía un poco más.  Así debía de ser y así se hizo.
El gentío se movía de un lado a otro moviendo sus cabezas y sus caderas. 
Lo que no esperaban los niños es lo que sucedería después.
Los observaban atentamente moviéndose de lado a lado. Los guardianes de Jahvian habían sido mandados a controlar el escenario por si ocurría algún incidente con aquel grupo extraño.

Por fin se oía la canción en todos los rincones del concierto.

”Si esto es Babylon,
  debes aprender a sentirte bien.

  Si esto es Babylon,
  debes saber quien te quiere bien.

  Busca tu camino en tu corazón.
  Mama tierra te regalará la luz del amor.

  Si esto es Babylon,
  acércate a Sión.
  Solo tu sonrisa te dará calor.

  Mece a tu niño pensando en colores.
  y no te harán falta canciones para dos.

  Si esto es Babylon,
  mírale con los ojos de un león.
  Alguien grande me dijo que no apagaran mi voz.

  Si esto es Babylon,
  debes aprender a sentirte bien.
  Yo te canto para que no caigas en él.



Cuando terminaron todos empezaron a aplaudir eufóricos. Habían escuchado algo nuevo que les llenaba el corazón.
En el backstage el Keburi había estado contando a Levar que esta canción se la cantaba la reina Faraona del antiguo Egipto a la primera reina Omega cuando era una niña. Ahora había sido confiada a unos niños que pronto serían futuros esclavos.


Rasha buscaba un propósito con esta canción y creía haberlo conseguido.
Cuando acabaron  de sonar las últimas, notas Jacky cogió el micrófono y les habló:

-Ahora queremos trasmitiros un mensaje antes de que lleguen Jahvian.

Entonces se apartó volviendo a darle el micrófono a Asar pendiente de que nada les frenara. Levar le advirtió a Tania que fuera a por el Walnut y lo dejara aparcado cerca del escenario. Ella se marchó hacia él sin más dilaciones.
Entonces la reina Bipolar cogió a Asar de la cintura y comenzó a hablar a pesar de lo mucho que le costaba la hazaña.

-No se si sabréis vuestro destino pero, ¿qué me diríais si en esta espiral no lo pudierais cambiar?  ¿Y si tuvierais que vivir como esclavos castigados y dominados por un sistema que jamás os dejaría salir de él? Y que diríais si yo os digo que existe una solución…  -expuso Levar cogiendo confianza a medida que dejaba caer estas palabras.
Entonces le devolvió el micrófono a Asar y se apartó a un lado. Los comenzaban a alterarse. Estaban desconcertados y aún no sabían que se proponía aquel grupo. Además Jahvian estaba apunto de salir y todo debía estar dispuesto para ellos.


-Buscamos aquí esa solución porque está entre vosotros. Necesitamos a un niño que tenga el suficiente valor como para ayudarnos a desentrañar este sistema. Nadie jamás había cuestionado la situación frente los niños. ¿Quién es el valiente? - Terminó de decir Asar.

Blod se estremeció. Los estaban acercándose cada vez más.
Rasha cogió el micrófono y se acercó al borde del escenario, lo máximo posible a los niños.

-No podéis vender vuestra alma. Yo no lo admitiré y quien esté dispuesto a venir con nosotros para abolir un sistema degradante que se una a nosotros y nos acompañe. A los dieciséis años todo cambiará para vosotros.  No tendréis mas salida que la de atajar las ordenes del Faraón.  El Faraón es el Estado pero el Estado no puede haceros daño; no debería al menos. El Faraón es el opio del pueblo. Os domestica diciendo que obtengáis cosas que corresponden a una necesidad. Todo está controlado por él.
-¡Vuestros sueños están controlados por él! -Gritó Rasha en su última frase.
-¡Por favor escucharle! Corréis un gran peligro. Pronto los serán vuestro peor enemigo y viviréis una vida que no habéis elegido. -Aseguró Levar plenamente afligida pero con la suficiente fuerza en la voz como para que le oyeran todos los presentes.

Unos estaban cerca de ellos acercaban cada vez más sus pasos.
El grupo decidió saltar del escenario hasta llegar a los chicos  y comenzó a correr. Los chavales se apartaban, aunque más de uno hubiera deseado unirse a ellos.
Tania, que los vio venir desde lejos, se situó al fondo de la muchedumbre, justo a la altura por donde corría  el grupo.
Se repente un niño se cogió de la mano de Levar. Era de la altura de la reina Bipolar pero corría algo más lento.
La hija de Acuario se impacientaba. Dos se acercaban al Walnut.
Todos comenzaron a entrar en el vehículo volador, incluyendo al  niño que iba con sujetaba la mano de la terrestre. 
El Walnut despegó. Adiós .


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