El contenido de La espiral Bipolar se engloba en un libro de alrededor de 140.000 palabras (o al menos eso creo de momento) Aquí haré la honesta y árdua tarea de transcribir los cápitulos en varias fases para una lectura mas fácil. Y sobre todo compartiré el arte porque el arte que trasmite es el arte para TODOS.
La curiosidad dió sentido a nuestros pasos y nuestros pasos nos llevaron a ella...a la curiosidad bajo el influjo de las mismas espirales.

{Os mando la energía... si queréis saltar os espero en la otra espiral}

lunes, 18 de junio de 2012

(Capitulo 3, Parte 2)

 Los hijos de Acuario. 2045*

 (Segunda parte del capítulo 3)



-Hijos de Acuario, hijos de los leones de Sión, hijos de Lilith -hizo una pausa en cada grupo que nombraba-. Keburis, perros del oeste y demás amigos… -hizo otra pausa larga y observó con majestuosidad a todos.

Sus cabellos arremolinados estaban cogidos en una coleta. Vestía ropas de guerrera aunque no portaba ni una sola arma. Tan solo portaba un bolso ceñido de cuero que tenía sujeto a la cintura y un pequeño botecito que le colgaba de su cuello de dudosa procedencia. Tenía una falda a su vez también de cuero ceñida a los muslos y un corpiño amarillento que protegía sus pechos y su cintura. Aunque imponía con su altura y sus rasgos algo rudos, su voz era firme, convincente e invitaba a la verdad fuera cual fuera ésta.

-Estoy aquí reunida con vosotros -su voz empezó a retumbar con poderío-, para hablaros de las espirales. Algunos individuos están siendo esclavizados por los P a marchas forzadas. Cada vez más personas vienen a nosotros desconcertadas y perdidas.

En este momento Levar miró a Jacky y éste le suplicó silencio poniendo uno de sus dedos suavemente en los labios de la muchacha.

-Soy una hija de Lilith y como tal -siguió diciendo-, no puedo consentir tanta insolencia. Estamos intentando crear un grupo especial de hombres y mujeres que, gracias a la alianza que estamos forjando con los leones, nos acompañe a luchar contra Babylon. El equilibrio se ha roto. Cada vez más mutantes se alían con soldados P. Necesitamos a los leones de Sión. Ellos saben qué hacer en estas circunstancias. Aún así la espiral de los hijos de Acuario cuenta también con los Keburis y los perros del oeste que para nosotros siempre fueron imprescindibles.
Hizo una pausa y exclamó:
-¡Os necesitamos! ¡No queremos ser esclavos de Babylon! -gritó.
-¡No queremos ser esclavos de Babylon! -volvió a clamar a voz en grito alzando su puño al cielo.

Aunque todos estaban expectantes, cuando la mujer se marchó del círculo una avalancha de comentarios invadieron el lugar.
Entonces un Keburi comenzó a hacer piruetas mientras un perro del oeste le iba abriendo el paso.
Ambos traspasaron el gentío hasta llegar al círculo. Fue entonces cuando el Keburi gritó con todas sus fuerzas:
-¡Todo aquel que quiera añadirse al grupo será bienvenido no sin antes pasar por el chamán!

La gente volvió a arremolinarse. Mientras algunos ya habían empezado a tocar los tambores de la liberación otros creaban piruetas varias en el cielo servidos de mazas y palos de madera rústica.
Un grupo fue dispuesto hacia el Keburi que estaba organizando los grupos. Éste parecía tener suficiente carisma como para aglutinar a los futuros luchadores como si toda su existencia se hubiera dedicado a ello. Una vez que parecían estar las primeras filas de alistamiento, todos, incluido él, se dispusieron a seguirle camino de la base.

En la misma base el chamán Mol hacía vida durmiendo, comiendo y asistiendo a los que le necesitaban.
Levar recibió de nuevo un tirón en su mano de Jacky. Se dirigían hacia la base con el resto de afiliados a la causa.

-¿Quién es esa mujer, Jacky?- dijo suavemente Levar con ánimo de no sentirse idiota por preguntar algo tan evidente para todos.
-Una reina, casi diría La gran Reina. Es la que mas se preocupa por las alianzas y mas lcuha por mantener el equilibrio entre espirales. Quizá no sea la reina Omega. Pero digamos que hace el trabajo sucio que no hace la reina Omega pero que es tan necesario…
-Es la reina Etram- dijo con un brillo inusual en los ojos.
Levar no quiso hacer mas preguntas…


Al parecer todos los luchadores esperaban con ansiedad la aprobación de Mol.

-Sabes… no creo que todo este monopolio ayude a nadie a avanzar -dijo un Keburi a su acompañante hija de Acuario.
-No es eso Fry -contestó ella-. Simplemente él te prepara…

-Pues yo tengo entendido que utiliza energía P -dijo otro que estaba algo nervioso.
-¡Calla, idiota! -bramó la chica-. Cualquier energía es buena si es en beneficio de Sión.


-Jacky -susurró Levar-. ¿Por qué estamos aquí nosotros?

Levar albergaba la esperanza de entender algo. Tenía que deshaprender todo lo aprhendido hasta ahora y en su lugar introducir conceptos de un nuevo mundo ajeno a su entendimiento. Aún estaba por descartar si todo aquello era un mal sueño, o si por el contrario tendría salida hacia algún lugar  esperanzador.
En su mundo no había tenido nunca demasiados amigos. En éste todos tenían una complicidad, un lazo en común, y de algún modo sus energías bailaban unidas o al menos acompañadas.
Le fascinaban los perros gigantes pero aún tenía ciertas reticencias a la hora de tratarlos.
Los Keburis le aportaban cierta calma aunque Jacky en ocasiones usaba tácticas que no eran de su agrado para no perderla o persuadirla.
Los hijos de Acuario parecían gente combativa pero no parecían utilizar sus fuerzas físicamente sino como una cuerda que se mantenían continuamente tensada preparada para cualquier improvisto o ataque. Eran seguros de sí mismos y dispuestos a preservarse y defender sus ideas en cualquier momento.
Mas tarde Levar tendría la oportunidad de descubrir que eran algo desordenados pero muy inteligentes en el uso de utensilios y alimentos..
Fuese como fuese aún no lograba captar su esencia del todo, lo cual le impedía identificarse con su mundo.

De repente, un perro del oeste comenzó a bufarle a otro.
-¡Basta, idiota! -le gritó enseñándole los dientes-. Quizá yo sea un maldito impuro pero jamás seré un aliado de ningún P.
-Mientes, Blod -le dijo el otro-. Algún día lo harás con un mutante y no dejaré de reírme de ti.
-Ira y competitividad, es lo único que sabes sacar de ti -le dijo agarrándole por el pescuezo.
Entonces miró a su alrededor y  le soltó. Todos los allí presentes quedaron estupefactos y a los pocos instantes siguieron su camino.

Andando hacia la base de Mol encontraron a Tania. Esta esbozó una sonrisa y plena de sorpresa abrazó a Levar.
Ella no esperaba tal respuesta. Había sido un tanto áspera con ella desde el primer momento. Pero al menos esto le hizo intuir nuevas noticias.

-Sé que no hemos empezado con buen pie pero me alegro de poder acompañarte.
La estupefacción fue en aumento para Levar.
-He hablado con el chamán con anterioridad. Dice que me pasarán al grupo de luchadores gracias a ti, para protegerte y luchar por los míos.
Hizo una pausa y la miró de arriba a abajo cogiéndola por los hombros.

-Quizá la mitad de lo que llevas no te sirva pero lo mas importante es que parte de lo que eres pertenece a una fuerza fuera de lo común. Tendrás que ir a ver al chamán de todos modos.
Entonces le soltó los hombros y siguió expresando su alegría.

Levar ya no pretendía saber nada. Solo tenía deseos de volver a casa. Aquella no era su guerra y sentía que no era cierto que ella fuese extraordinaria.
De repente comenzó a aislar sus sentimientos y de forma asombrosa consiguió que Tania y Jacky y los cercanos allí presentes consiguieran apartarse con su presencia.

-Tania, por qué me siento tan sola aquí, porque no encajo…
Fue entonces cuando todos se alejaron despedidos por una fuerza de atracción inversa y Levar, sin saber cómo, elevó su cuerpo desde el suelo a medio metro.
-Date prisa Blod -exclamó Jacky-. Cógela y súbetela al lomo. Mol sabrá que hacer.

Todos se hicieron paso en ese momento. Por fin Levar conocería al chaman aunque en unas condiciones de inestabilidad. No era el mejor modo pero si el necesario.





Tenía los ojos cerrados. Los entornó y poco a poco fue abriéndolos.
Ya no estaban allí ni Tania, ni Jacky, ni el perro Blod. Ninguna cara conocida apenas.
Se sintió aislada pero no eran esas unas circunstancias nuevas para ella.
Al darse cuenta de que al menos sentía cierta seguridad en compañía de Jacky y del resto, reaccionó y levantó la mitad de su cuerpo.
El chamán se acercó vestido con una  túnica negra y con un ungüento verdoso en la mano.
Ella estaba desnuda. Le habían despojado de sus piercinsg y de todos los abalorios que siempre le habían acompañado. Nada. Estaba al desnudo completo frente a un señor de mediana edad junto a algunos individuos vestidos con túnicas al igual que el chamán.
Mientras ellos entonaban unos mantras el chamán se dirigió a ella.

-Te sentará bien -la miró y guiñó un ojo-. Quizá no cambien nada de tu estado de ánimo pero huele bien y te recordará a cosas positivas.
Siguió untándole la pasta verdosa  por los hombros y los brazos y cuando por fin terminó se alejó y se posicionó al lado del resto continuando un círculo que habían creado alrededor del altar donde Levar estaba acostada.

-¿Qué mierda de secta es esta? ¿Dónde estoy? -pensó para sí misma.

-Estás en la base, ellos te esperan fuera. Tranquila. Pero no podrás irte hasta que no puedas luchar por ti misma. Ellos te necesitan Levar.

-Si telepáticamente me controla, qué más podría hacer este hombre -volvió a pensar-. Yo necesito respuestas.

-Lo sé, niña, pero solo tú puedes encontrarlas.

-¡Quiero salir! -afirmó en voz alta con perseverancia.
-Puedes salir cuando quieras -contestó Mol-, pero no puedes luchar cuando quieras.
-¿Y qué se supone que debo hacer?
-Encontrar la verdad.
-Demasiado para una suicida reincidente -dijo con sarcasmo.
-Nada comparado con alguien que ha sido capaz de llegar a este lugar desde la tierra sin saber apenas utilizar su energía -contestó con reverencia.
-¿Y eso es posible? -preguntó tímidamente sin lograr entender nada.

-Eres inteligente, Levar. Todo el mundo aquí te profesa cierto temor en alguna medida porque nadie se explica qué mensajero te trajo a esta espiral.
-Te debes a ti misma ciertas respuestas -dijo haciendo una pausa-. Y nos debes el acto de unirte al grupo de la alianza. Algo te trajo aquí y tenemos que averiguar el qué.
-Nadie me ayudó a saltar hacia esa espiral…
-¿Saltar?- El chamán miró de reojo con cierto temor a otro de los allí presentes.
-Bien, bien. -dijo algo nervioso- Lo hiciste…
Hizo una pausa algo desorientado.
-Entonces -siguió diciendo- es mas grave de lo que todos suponíamos. Así que ahora mas que nunca tendrás que descubrir como llegaste.
-Es difícil realizar la hazaña que has hecho Levar - dijo, ocultando que jamás nadie  había logrado saltar las espirales desde el mundo terrenal para que la muchacha no se alarmara.


Levar recordó a su hermana. Tendría que estar en algún lugar. También recordó la bienaventuranza de los pájaros que se cruzaban en su vida. Esto le hizo pensar en sus padres y en el día en el que el escarabajo pelotero se cruzó frente a ella en el parque y luego su primer encuentro con los Keburis.
Algún día descubriría porque los Keburis le dieron un mensaje en la tierra.
Entonces se levantó poco a poco del altar. Alguien le acercó una de esas túnicas negras que el resto del grupo llevaban puestas.
El chamán observaba cada movimiento de Levar de forma divergente. Otro de los presentes, también ataviado con la túnica, le ayudó a bajar del todo del altar.
Alguien susurró que necesitaría un baño.
En ese instante alguien la condujo hacia la puerta y Levar se despidió de Mol con la mirada.

Al atravesar la puerta vio a Tania y a Jacky que la esperaban impacientes.
Realmente el silencio de todos aguardaba una respuesta. Ella solicitó una ducha y el gran Blod se la subió a la espalda y la llevó a cuestas hasta llegar a casa de Tania y Sar.
Necesitaba descansar. Tenía la sensación de haber perdido mucha energía…

El pueblo entero estaba preparándose para el gran acontecimiento. Una alianza especial saldría en busca de los leones de Sión, lo cual implicaba una ardua tarea. Encontrarse con los leones siempre resultaba una acción dificultosa, sobre todo cuando se evitaba el conflicto. Los leones defendían con uñas y dientes su espiral y, solo a través de los Keburis y alguna reina, era posible algún entendimiento.

Aún no estaban dispuestos a salir de la espiral pero el motivo no se debía al temor sino a la necesidad de preparar con eficacia tanto las armas como su propia conciencia.

Levar hasta el momento no había visto ningún vehículo. ¿Cómo se iban a desplazar hasta las espirales?

Blod era un buen transportador de cargas y los Keburis eran mágicamente especiales para encontrar soluciones. Por otra parte estaba Tania, aunque tenía un gran arraigo a los suyos, necesitaba hacer este viaje como un reto personal. En el fondo odiaba la soberbia de los leones pero Sión era un destino atractivo y  ansiado.
Sin contar a Jacky, les acompañarían tres Keburis más, no tan sabios como él pero buenos trasmutadotes de energía. Por otro lado irían siete hijos de Acuario además de Tania. El chamán ya no aparecería pero por lo que Levar había escuchado casualmente, la reina Etram, la hija de Lilith, les acompañaría hasta la mitad del viaje.
Tan solo faltaba por realizarse la última reunión donde todos presentarían credenciales y desde donde se comenzaría la auténtica travesía.


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Isthar Enlanoxe.







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