El contenido de La espiral Bipolar se engloba en un libro de alrededor de 140.000 palabras (o al menos eso creo de momento) Aquí haré la honesta y árdua tarea de transcribir los cápitulos en varias fases para una lectura mas fácil. Y sobre todo compartiré el arte porque el arte que trasmite es el arte para TODOS.
La curiosidad dió sentido a nuestros pasos y nuestros pasos nos llevaron a ella...a la curiosidad bajo el influjo de las mismas espirales.

{Os mando la energía... si queréis saltar os espero en la otra espiral}

martes, 18 de septiembre de 2012

CAPITULO 11 1º PARTE




 LA ABNEGACIÓN MUTANTE (Año 2045)




Una alianza de mutantes azules estaba hablando con los pasajeros de los farms que ya habían aterrizado. A pesar de que el líder de los leones Negros no había llegado aún, ellos sentían que tenían la responsabilidad de proteger el resto de farms de cualquier ataque invasor.
Sin embargo, esperaban con ansiedad a Rasha. Los sentimientos eran ambivalentes; desconfiaban del resto de espirales pero albergaban la esperanza de que los luchadores de Rasha pudieran crear un punto de inflexión donde ya no se pudiera retroceder atrás. Un punto que pusiera en cuestión todo el sistema de Babylon.

Por fin llegó el farm del líder de los leones; respiraron más tranquilos.

Al estacionar, los luchadores se quitaron de inmediato los cinturones y bajaron con la intención sana de pisar tierra firme.
Todos cogieron sus macutos, menos Levar que llevaba la alforja que le regaló la reina Makkeda y, además, portaba a Tso de mochila, el cual sostenía una pequeña bolsa de tela repleta de dulces y víveres que las princesas les habían preparado para el viaje.
Se levantaron y desfilaron hasta una concentración compuesta por mutantes. El resto eran los compañeros de los farms que habían llegado entre un cuarto de hora y media hora antes.
Rasha llevaba una espada y un venablo, y una mochila con una cantimplora de fabricación chamánica hecha de un mineral altamente biodegradable que los chamanes llamaban  biohydor. Dentro de la mochila también había dos cuchillos, medicamentos elaborados por las princesas leonas y una pantalla tecnológica de pequeñas dimensiones que siempre llevaba encima cuando viajaba. 

El león se acercó al gentío con la compañía del círculo de Levar tras de él.  Por un momento se quedó pensativo y aminoró su paso. Tenía que valorar si el ataque frontal sería lo más indicado después del supuesto camuflaje.

Después de las presentaciones comenzaron los interrogantes.
-Necesitaremos ropa similar a la vuestra para infiltrarnos.- Espetó Rasha.
-No será necesario. Reuniremos a todos los farms en un lugar seguro.- Dijo un mutante que daba la sensación de ser un coordinador de grupo.
Ja, que así se llamaba, era un hombre algo serio, definido por el carácter de su propia cultura. Pero en el siempre asomaban atisbos de cordialidad y de una personalidad dinámica y organizadora. Vestía de traje gris a juego; pantalón largo de pinzas y una camisa con diminutos botones y cuello camisero con picos cortos y elegantes. Su color de piel era gris con tonos liláceos, y su pelo era corto y negro, peinado con una raya hacia el lado derecho.

Después siguió hablando su compañera.
-Ahora falta averiguar el punto de encuentro, pero varios de los nuestros ya están en ello -dijo una mujer alta de un tono de piel blanca con unos matices violetas. Su pelo era rizado y moreno y su cara estaba acompañada por un gesto de continua sequedad.
-Gracia, Pal -le dijo Rasha a la mujer, haciéndo una reverencia también a Ja.
-Gracias a ti también, sabes que tus leones Negros para nosotros son recibidos con respeto y admiración-. Contestó ella.
Ja le contestó con la mirada moviendo ligeramente el mentón hacia abajo y expresando cercanía en los ojos.


Todos miraban atónitos la relación entre el león y los mutantes. Para la espiral de los hijos de Acuario era impensable tener alianzas con mutantes. Pero se podía decir que esta vez se trataba de una generosa excepción.
-Aconseje a las mujeres que se pongan esto -dijo la mutante Sofía, dirigiéndose a las mujeres. Llevaba en la mano una especie de compresa de algodón.
-Al principio es incómodo, pero evitará que más de una tenga problemas.
Aquí las mujeres están acostumbradas a canalizar esa energía, por no decir que algunas carecen de la energía de la ley de atracción por completo... Aquí llega un momento que aprendes a bloquearla, incluso destruyes los vínculos –explicó con cierta dejadez.- Pero en otras espirales ellas rebosan de este poder y eso podría hacer que un mutante las encuentre con mucha más facilidad.
-Algún mutante podría atacarlas hasta absorber su energía sin compasión. Aquí  todo el mundo sabe que en la mayoría de los casos los mutante juegan con estas energías sin querer hacer daño a priori.- Añadió justificándose.
-Sin embargo, los más peligrosos se ensañan, con tan solo mirar a una muchacha pueden contaminarla o succionar su fuerza. Aquí las mujeres lunares son carne de cañón. Aunque sean fuertes corren el peligro de ser desangradas o incluso, en el peor de los casos, marcadas de por vida-. Explicó Sofía esta vez tratando de alertar de la gravedad del problema. 
-No tiene porque suceder pero es mejor prevenir que acabar en el Perípato por algo que ni si quiera le corresponde a una.
Dijo esto y miró a la mujer Bipolar. Por alguna extraña razón pensó que aquella forastera podía ser una mujer lunar.

Levar no daba crédito, esa parte siniestra que corresponda a los mutantes no era otra cosa para ella que la eterna lucha entre el poder del falo y el poder del útero. Para ella suponía simplemente aquella extraña razón por la que los hombres habían envidiado siempre el poder energético de una mujer. La terrestre siempre sintió frustración por que el poder del triángulo invertido, es decir, el poder de la sexualidad y la energía más íntima de una mujer, siempre había supuesto una guerra entre sexos absurda e interminable. Todo esto también le hacía sentirse triste, triste porque muchas personas, tanto hombres como mujeres, habían negado la parte que les correspondía a todo ser vivo en el gran puzzle universal. ¿Cómo era posible negar una parte femenina a la fuerza? ¿Cómo era posible negarle una parte masculina a la sensibilidad?

La terrestre miró al cielo mientras un mutante daba instrucciones.
El firmamento estaba sombrío, gris y proporcionaba un aire de somnolencia. En el fondo, para ella aquella atmósfera le era familiar; estaba acostumbrada a la polución de las grandes ciudades y al aire espeso de las mismas.
Agudizó el oído y se dio cuenta de que no se escuchaba el sonido de ningún animal nocturno. Tan solo era posible  oír el crujir de unas máquinas lejanas y la resonancia de algún que otro farms que se movían en el aire dirección a cualquier sitio.

Jack se acercó a ella y le dio un codazo.
-Vamos, niña, están repartiendo las compresas.
-Ah -dijo anonadada mientras miraba el cielo-. Sí. Sí, voy -y dejó de mirar hacia arriba.
-Tania, ¿tú las coges también? -preguntó con total inocencia, mientras se sumaba a la cola junto a la hija de Acuario.
-Claro, es para la fuente energética del útero. Es una fuente inagotable hasta que dejamos de poder tener hijos. Esto, y la energía de las bolas, son las fuentes más codiciadas por estas alimañas.
-Ya entiendo –masculló.- ¿Y qué significa mujer lunar?
-Los leones las odian porque les hacen sentirse inferiores. No entienden que ellos mismos manejan esa energía, o al menos podrían hacerlo… si no fuera porque se empeñan en utilizar el orgullo y el egocentrismo.
-La mujer danza con las lunas –continuó con su explicación.- Tiene ciclos distintos energéticos y cuando alcanza los ciclos más fértiles o está embarazada tiene uno de los poderes más codiciados en este Universo; el poder de la ley de atracción. La unión de los contrarios, Levar, simboliza que cada pequeña parte del Todo esta formada por un dualismo: masculino-femenino, positivo-negativo. Nada sobra y nada es superior. Pero el poder de la mujer lunar, ese que todas llevamos dentro, el que dice que la disolución de las leyes es el principio de la conjunción de las mismas, es el poder de la creación. Genera tanta energía que si no se dosifica puede pasar como sucede con los mutantes… que ellos sean mas rápidos que tú y la utilicen a su favor. De hecho ellos necesitan la ley de atracción pero la utilizan para sus propios beneficios superficiales, tú en cambio eres la llave de esa ley, tu y cualquier mujer-madre, claro.
-Has visto que por ejemplo los leones veneran a las mujeres… (Aunque otros siempre muestren su orgullo fálico)-. Dijo murmurando.
-Saben que ellas en todas las espirales abren puertas a la trasmutación e incluso ellas mismas manejan y respetan estas leyes, por el motivo que sea.
-Si… -murmuró la reina Bipolar aturdida.
-Si utilizas de forma descontrolada tu energía de mujer lunar puede tornarse en negativa. Pero no necesariamente lo es. Si utilizas con serenidad tu energía de mujer lunar puede tornarse a positiva. Pero en ambos casos hay una dualidad de atracción… Si alguien reclama esa energía en tu contra es una agresión, es justo lo que hacen los mutantes con esa energía… Pero ahí radica el secreto de la ley; ¿realmente atraemos lo que queremos? ¿Realmente debamos protegernos de aquello que nos subleva o nos transforma, de aquello que nos condena? La fuerza que tu ejerzas en lo que quieres conseguir quizá sea la que pueda hacerte crecer, supongo que lo importante es la dirección pero claro… nadie sabe del todo como funciona. Y aunque sigue siendo un secreto para todos y a la vez es una ley natural, algunos siguen temiéndola y evitándola, tal y como hacen muchos hombres que aun no admiten su existencia o condenan a las mujeres por ser simplemente ellas mismas.
La terrestre por un momento se sintió saturada. Buscó con la mirada a la reina Makkeda en la cola. Efectivamente también ella estaba ahí.
-¿Es verdad que si dirijo la fuerza de mi vagina hacia arriba seré poderosa?
La reina la miró estupefacta pero entendió que algunas circunstancias de las espirales no debían ser tan sencillas de asumir por la terrestre.

-Si no la controlas puedes ser peligrosa, igual que tus manos -añadió la reina Makkeda.- Pero te aconsejo que aquí pases inadvertida con esa fuerza, reina Bipolar.
Levar agachó la cabeza…
-Mira –siguió diciendo la reina Makkeda- puedes subir esa energía hacia el estómago cuando algún mutante quiera absorberla, es la única técnica que puedo trasmitirte porque, por lo demás, solo tú podrás aprender a controlarla.

La cola por fin estaba adelantada. Levar tuvo en su poder la compresa. Entonces la miró observando en sus manos un simple paño de papel que simbolizaba en la espiral de los mutantes la aspiración de comprender sus propias fuerzas.
Después, con la compañía de Tania, se subió al farm para colocársela.  Después del relato de Tania no quería que hubiera ningún margen para errores.
Al salir del farm, se encontraron con  Blod y a Tso, estaban abajo esperándolas.

-Chicos, no sé por qué, pero me siento más segura… como en el anuncio de compresas de la tele.
Todos se quedaron mirándola sin entender ni una palabra de lo que decía.
-Nada, nada. Que más da… -dijo en voz alta.

-Ahora hace falta saber dónde nos reunirán -dijo Najren.
-Rasha dijo que pronto nos avisarían -añadió Ari, la dulce mujer Ecodita.
-Mirad, allí esta, con el león de Judá -comentó Ággelo al otearlos a lo lejos.
-Si, con Pripe -dijo Jacky mirando de reojo-. Pues yo creo que deberíamos estar todos unidos sin separarnos... –declaró algo indignado.

Rasha se acercaba desde lejos hacia el grupo. Algunos se habían apoyado en el farm y otros se sentaron en el suelo.
Jacky y Levar se sentaron junto al resto de círculos que no querían esperar de pies y aguardaron allí. En realidad aún estaban algo mareados por el trayecto del viaje y permanecer de pie no solucionaba gran cosa.  

-Hola, chicos y chicas. Están tratando de investigar dónde se reunirá la secta. Así que tendremos que esperar. Tenemos que prepararnos para cualquier cosa.
-Aconsejo a las mujeres que se lo piensen bien antes de luchar -dijo el león Pripe, que había estado acompañando a Rasha en las negociaciones.
-¿Pero qué te has creído tú, imbécil? -gritó Tania con toda su furia, mientras Jacky y Blod le cogían de los brazos.
-Tranquilos, ¡si entre nosotros no hay paz, nunca la habrá! -gritó Rasha apoyado por Najren.
Entonces, el chamán intervino tratando de sembrar algo de paz.
-¿Qué sucede? No veis que no tiene sentido que os enfrentéis.

Entonces se oyó una vocecita que dijo:
-Hombre no gustar mujeres.
Todo el mundo se quedó mirando a Tso y Tania pidió disculpas solo si el león retiraba lo que había dicho sobre las féminas.
-¿Pero te das cuenta de lo que haces, león de Judá? Las mujeres tienen una energía innata más pura que nosotros. Son fuertes y perspicaces. Deberías retirar lo dicho -concluyó el chamán Lucas.
-Lo retiraré solo en el caso de que me dejes retar a Tania.
-Eso es absurdo Pripe, basta ya -intercaló Rasha.
-Quizá tu no entiendas lo que es tener un mal día con “la roja” o parir un hijo -dijo irónicamente Tania- pero el dolor lo sentirás igual…
-Pripe y Tania, creo que es justo que tengáis, al menos, una lucha -apuntó el Ággelo.
Ambos se miraron y afirmaron con la cabeza.


Comenzarían a luchar a la orden de uno, dos, tres…

Los dos tiraron sus armas al unísono. Iban a combatir mano a mano. Era lo mas justo para ambos.
Tania le atestó un golpe en la cabeza a mano abierta y luego le evitó, mientras se quitaba la compresa plastificada.
-Cógela, Levar, este se va a enterar -gritó eufórica.
La mujer Bipolar la alcanzó al vuelo y la guardó en la bolsa que llevaba Tso.
Treinta segundos después el león se tiró de bruces contra Tania tirándola al suelo. La hija de Acuario no se iba a rendir fácilmente. Lo cogió de las piernas desde el suelo y una vez allí, le golpeó en el pecho, mandándole toda su energía, en esta ocasión la energía sobrante era la furia y la fuerza motriz provenía de la energía lunar.
El león, sin embargo, se levantó y azotó a la muchacha en la cara, haciendo que cayera al suelo por la inercia de la fuerza física del león. A la muchacha empezó a sangrarle el labio. Al tocarse la sangre con las manos y vérsela en los dedos se levantó furiosa y dio dos piruetas,una de las cuales golpeó el pecho de Pripe.
Éste volvió a caer.  Mientra tanto, Tania se limpiaba la sangre de cuclillas en el suelo.
-Parad, es absurdo. La chica Acuario te ha demostrado que es fuerte y… tú, Tania, sabes que este hombre es honesto, aunque algo rudo y reticente a las mujeres. Pero nadie es perfecto –dijo el chamán guiñándole un ojo a Tania.
-Por favor, sembrad las paces con la mano –terminó diciendo encarecidamente.

Hubo reticencias, pero al final se dieron la mano mientras se miraban furiosos a los ojos
Rasha se echó las manos a la cabeza y respiró profundamente. Esto iba a ser más difícil de lo previsto. Unir a tantas espirales era signo de diversidad, y por ese mismo motivo eran inevitables ciertas desavenencias.


Levar, que no había participado en absoluto, sopesaba la situación con los mutantes.
Parecía una alianza sólida, pero se había dado en pocas ocasiones, tantas como las veces que los visitantes habían buscado refugio en la espiral de los mutantes azules, es decir, en un par ocasiones a lo largo de muchos siglos. De todos modos, el carácter distante de los mutantes, así como su interés primigenio por las cosas y su actitud, provocaban cierto rechazo en la reina Bipolar.









Rasha reunió a todos los farms. Era una homilía inminente.
-Compañeros, tengo que dar una pronta noticia. Los mutantes saben de la existencia de la reina Bipolar. -Puso su dedo índice en la boca e hizo callar a todos  indicando un gesto que todos conocerían para que no manifestaran la procedencia de la terrestre-. Nadie debe saber de su paradero, ni quién es. Así que, no ruego… ordeno que  guardéis silencio al respecto.
El discurso fue breve.
A los pocos minutos todos se habían dispersado.
Rasha se acercó a la reina Bipolar y le susurró algo al oído:
-Ahora te llamarás la reina Isthar, la luz que ilumina y guía.
Luego se miraron a los ojos y Levar le interrogó sobre el futuro:
-¿Qué pasará, Rasha?
-Tranquila, todo saldrá bien -le dijo agachándose y acercándose a su cara.
Así fue como ella cerró sus ojos y se echó a sus brazos espontáneamente.
Él, sorprendido, le correspondió unos segundos y luego se alejó para que el león de Judá que le acompañaba no sospechara un cariño especial, mutuo y mágico.
No podía llamar la atención respecto a Levar y menos en tiempos de guerra; eran solo tácticas de los leones de Sión...



Pasaron varias horas mientras Rasha seguía esperando la llegada de nuevas noticias. Trataba de mantenerse alerta pero guardando cierta serenidad. Estaban, fuese como fuese, en terreno enemigo.
Durante el tiempo que esperaron hubo momentos de distensión. El resto no se mantenía tan alerta como los leones de Sión, no podían mantener su actitud a menos que sucediera algo que rompiera el ritmo de las circunstancias.

-¿Son de fiar estos mutantes? Es curioso pero su piel tiene un tono violeta grisáceo.-Dejó caer Levar mientras hablaba con el chamán.
-En principio, deberíamos fiarnos de ellos, aunque habrá que seguir alertas por lo que pueda pasar.
-Isthar -intercaló Jacky-. Bonito nombre para una reina.
El círculo entero sabía del apodo nuevo que el león le había asignado y confiaron de que sirviera de algo.
-Todo esto no sé si es superior a mí. Yo no quiero llevar ningún cargo.
-No lo llevas, Isthar -agregó Tania, que ya se había colocado de nuevo la compresa-. Lo llevamos todos en realidad.
-Lo que me importa no es la carga, Tania, es simplemente saber a qué me enfrento.
-Estás preparada para todo, reina Isthar. ¡Créeme! -apostó Blod.
-Siento que algo pasa en mi interior, querido amigo -dijo Levar acercándose a él-. Estoy sufriendo tantos cambios que tengo miedo de perderme lo mejor.
-Todo está en ti, desde lo más extraño a lo más maravilloso- objetó el can.
-Pues siento algo dentro de mí… -dijo encogiéndose como un puercoespín.
-Ya sé -concluyó Blod-. Es Rasha, no lográis entenderos.
-Él no desea que nos entendamos, realmente. Teme perderme o que le traicione, o que no sea aceptada en su grupo. Teme no volverme a ver… No sé cuantas cosas teme o si estoy en lo cierto con una sola de ellas.- Suspiró la chica bipolar.
-En realidad, él está respetando tu libertad. Es lo máximo que puede hacer por ti.- expuso Blod.
-No sé, Blod. Algo me dice que confíe en él. Sin embargo, no sé a qué me llevará mi encrucijada y supongo que no debo achacar mis circunstancias difíciles a la conducta de Rasha-aclaró mirándole dulcemente a los ojos.
-Pues yo creo que lo  mejor es que dejes las cosas tal y como están. Tú confía en él. Es un hombre de fiar - argumentó el gran perro del Oeste.
-Supongo que es así… -musitó Levar-.
-Si te quitas la piel de serpiente, verás quien eres y cabalgarás como una diosa.- El chamán Lucas dijo esto con cierta solemnidad y después sonrió a la muchacha.
-No entiendo…
-Si te encojes es porque algo bueno se está fraguando en tu interior. Debes proteger tus energías, reina Isthar. – le aconsejó el chaman.
¿Y ahora? ¿Qué pasa?-preguntó buscando consuelo.
-Ahora eres la reina Isthar, la luz que nos iluminará a todos-. Blod le aportó confianza y el resto del grupo cayó.
Levar agachó la cabeza y lidió con sus propios sentimientos.
El laberinto del conejo blanco se había complicado…


Rasha ordenó a todos los círculos que permanecieran junto a los farms, y así lo hicieron.
Desde la linde del horizonte se podía divisar un edificio lúgubre, de inmensas proporciones y múltiples ventanas ahumadas de color negro. Junto a él había una selva de edificios la mitad de grandes que éste que le hacían compañía.
De repente, desde la puerta del edificio alto, empezaron a asomar la cabecita unos estudiantes con sus mochilas o sus carteras respetivas.

-Es tarde para ponerse a estudiar -ironizó Jacky.
Nadie le escuchó. Todos andaban inmersos en sus propios pensamientos hasta que Rasha pidió a todos que estuvieran alertas y permanecieran callados al tiempo que ordenó que todas las luces de los farms se apagaran.
Podían ser unos simples estudiantes, pero los mutantes no eran nunca simplemente una cosa...
Dos estudiantes llegaron paseando cerca de la llanura donde ellos estaban. Algún presentimiento especial les hizo acercarse a la explanada o quizá sencillamente ese era su destino. Ambas tenían carpetas en las manos y ambas vestían de forma similar. Llevaban trajes escolares con polos azul marino y faldas tableadas de color rojo y azul.
Eran bonitas y particulares. Bonitas por su fuerza, y particulares porque, aunque tenían una tez blanca lilácea, sus cabellos y cejas eran negros con mechas azules.
Al acercarse un poco más, Rasha y un león las esperaban.

-¿Hacia donde vais? -dijo el león Negro.
-Creo que no es asunto tuyo -dijo la más alta.
-Lo es si andáis por estos lares -contestó el otro león a una de las niñas, sin mover un pelo de su cuerpo.
-Tú qué quieres, ¿reírte de nosotras? -hizo una pausa- Además no eres mutante. Hueles a león cagado -rió a carcajada limpia.

Entonces, la niña cayó en el error. Ellos eran intrusos para los mutantes… Intrusos para ellas…

-Tendremos que acabar con vosotros -dijo la más alta-. Su pelo estaba recogido en una coleta lateral y en sus ojos tenía el adorno de una muchacha inteligente.
En ese instante se acercó a ellos usando una energía desconocida para Rasha.
La niña se contoneó y, levantando sus manos al cielo, comenzó a absorber energía de los leones. Rasha se lo impidió, trasmitiéndole energía cargada de furia y rabia.
Mientras él combatía a muerte con la niña alta, la otra se reía. Sabía que la fuerza de su compañera era fuerte, pero desconocía la furia de un león.
Levar y el resto observaban desde lejos, impotentes por no poder hacer nada.
La niña se agotó y dejó de luchar contra el león. Paró de forcejear y dio por concluida su hazaña.
Ambas miraron a los leones estupefactas. No creían que un simple león pudiera abarcar tanta energía, pero ignoraban que Rasha era un león evolucionado consciente de sus energías y su propio control. 
Por fin ambas huyeron. Los méritos que había desplegado el líder contra las muchachas eran dignos y a la vez desconocidos para muchos mutantes.
La espiral de los leones de Sión había evolucionado considerablemente.   
Los farms no podían permanecer demasiado allí, las dos niñas susodichas podrían delatarlos. No debieron dejarlas marchar.  Cualquier movimiento en falso podía ser un gesto peligroso para el grupo, un gesto en falso…



Cuando los dos leones se acercaron a los farms, Levar inquirió:
-No debíais dejarlas escapar. El desahuciado está sediento de energía inservible. Os empeñáis en no pedir ayuda y yo creo que está claro que nadie sobra.
-Sí, reina Isthar, tienes razón. No debí dejarlas marchar.
-Creo que deberíamos vestir como ellos. Será peligroso andar así por aquí -añadió Tania.
-No podemos desentendernos del pacto con los mutantes –planteó Rasha como una evidencia absoluta-. Su ayuda es inminente, ahora.
-Pueden traicionarnos -argumentó la reina Bipolar.
-Podrían hacerlo pero si lo hacen ahora  romperán el pacto de alianzas frente a muchas espirales. Ellos no pueden viajar a ninguna pantalla si no es con la ayuda de nuestros keburis. Los Keburis en esta espiral no pueden realizar labores de desciframiento de códigos-. Propuso el león
-Es cierto reina Isthar, pueden traicionarnos- sonrió el keburi al pronunciar estas palabras. - No podemos romper alianzas y tampoco desentendernos de sus advertencias. Ellos conocen su terreno a la perfección.
-¿Quizá mas tarde?- volvió a sugerir la reina Isthar.
-Quizá en cualquier otro momento que sea necesario- le aclaró Jacky a Levar.
-Yo tengo ganas de usar el venablo- dijo Pripe partiendo el hilo de la conversación.
-Lo haremos. Seguramente lo usaremos- le contestó Blod al león- Por eso no te preocupes.


Rasha estaba hambriento. Derrochó abundante energía cuando se enfrentó a los mutantes. Necesitaba comer urgentemente.

-¿De qué se nutren estos mutantes?- investigó Levar.
-De la energía que les aporta el Faraón. Pero por lo visto últimamente no es suficiente. La codicia les corroe. Además se empeñan en pasar demasiadas pantallas superficialmente.- Elucidó Tania.
-¿Pero que es esa energía?- volvió a preguntar la terrestre.
-Es una moneda de cambio.- siguió diciendo la hija de Acuario- Se trata de pequeñas fichas que guardan sobre sí mismas la energía suficiente para trabajar un día entero. El Faraón tiene métodos para absorber las energías  y canjearlo por las fichas. Con ellas manejan cualquier transacción en la espiral de los mutantes y en la del Faraón. –Dijo esto y se echó las manos a la cabeza- Sabes, incluso las reinas la usan para intercambiar tecnología y herramientas; los desahuciados y los mutantes no se ganan esas pantallas, las adquieren con viles artimañas.
-¿Las reinas?- exclamó Levar tratando de entender un concepto fuera de lógica.- ¿Y de donde las saca la reina?- siguió preguntando.
- En muchas ocasiones suceden cosas dispares que nadie entiende. Pero si no fuera por las transacciones que realiza la reina Omega ni si quiera podríamos haber viajado. – expresó el keburi.
-La reina Omega solo se encarga de hacer el bien para todos- añadió Rasha- Ella no absorbe esa energía ni la necesita. Solo es una moneda de cambio que utiliza para facilitarnos la vida.
-¿Y quién creo esas fichas por primera vez?- Siguió cuestionando la chica bipolar.
-Sucedió hace siglos reina Isthar. Pero no es lo que nos interesa ahora- pronunció Rasha.
-Quizá mis preguntas parezcan estúpidas pero si no me contáis bien la historia me costará creer en vosotros.
-A estas alturas deberías saber quién te protege reina Isthar. –Pretendió Blod.
-Por supuesto amigo. No sufras por ello. Se muy bien quien me protege- dijo mirando a Blod y luego mirando a Rasha.



A los pocos minutos Rasha se ausentó y Ággelo se acercó a Levar.
-Es curioso como cambian las cosas, ¿verdad?- inquirió Ággelo.
-Si bueno… - balbuceó Levar- Nunca pensé que vendrías con nosotros. No sé porque te eligió Rasha pero aquí estás.
-Yo lo sé pequeña, quiere demostrar que ha superado su ira y sus celos. Aunque no se si quiere demostrártelo a ti o a él mismo.
-¿Tu no sabes hablar de otro tema que no sea Rasha?- dijo malhumorado Jacky inmiscuyéndose en la conversación.
-Tranquilo Jacky, no pasa nada. En realidad es inofensivo- declaró Levar y luego le rogó.- Creo que lo único que pido es que nadie se meta en mis asuntos y es lo único que hace todo el mundo así que voy a confiar en quien me de la gana, ni una vez más voy a esperar el consejo de nadie.
Esas palabras eran demasiado graves para ser dichas sin conocimiento.
Ággelo se sonrojó un poco y se sentó sin articular a penas una palabra.
Jacky y Tania se miraban cómplices. Tal vez era momento de realizar algún malabares juntos para distender el ambiente.



Blod estaba acompañando a Levar hacia uno de los grupos donde estaba Rasha.
Cuando se acercó a él le dio una palmadita en el hombro y este se giró.
-Rasha, yo ya no puedo estar a un lado, no puedo mantenerme al margen. Hemos venido a luchar no a jugar a al escondite tres horas.
-Esperaremos lo que sea necesario- argumentó imperturbable.
-Si pero si es así deberíamos hacer guardias en zonas mas iluminadas por si pasa otra vez un incidente similar al de las chicas.
-No hemos querido hacer nada porque queremos pasar desapercibidos. – dijo sensato.
-Tranquila.- siguió diciendo el león- Busca a los chamanes de todos los grupos. Tienen que reunirse en un solo grupo.
-Yo debo ir Rasha… - dudó en tono de pregunta y luego agachó la mirada.
-Por supuesto reina Isthar. – contestó agachando la cabeza.


La reina fue reuniendo a todos los chamanes y reinas y en pocos minutos ya habían formado un grupo. Cuando estuvieron preparados Rasha dio ciertas instrucciones.

-No debéis decir en ningún momento el nombre de la reina Bipolar. Deberéis guardar completo silencio y albergar la esperanza de que ningún mutante la encuentre.
-Ahora está en paradero desconocido- dijo el león con la esperanza de que todos, chamanes y reinas, desearan salvaguardar la vida de Levar.  
-Nadie imagina que esta entre nosotros menos nosotros mismos. Sin embargo deberéis manteneros fuertes para luchar por Sión y hábiles para no descifrar el paradero de la reina Isthar. La guerra ya ha empezado. –Aclamó Rasha.
Después de la reunión todos tomaron sus posiciones iniciales. 


Dos mutantes azules estaban acercándose a la llanura. Ambos vestían igual que Pal y Sofía. El formalismo de sus ropas sorprendía a Levar. Parecía un mundo similar al suyo donde aparentar y acumular riquezas estaba a la orden del día. Las ansias de poder había hecho de la Tierra un lugar materialista y sombrío y no distaba mucho de lo que había visto hasta el momento en la espiral de los mutantes.
Después de todo la reina Omega tenía razón. Lo que es en la Tierra así lo es en el Universo Alfa…

Por fin la mutante Sofía, que se había ausentado,  junto al mutante Ja, se reunieron con los luchadores de Rasha y el resto de mutantes.
Rasha les recibió con el debido respeto. Éstos traían información sobre de las coordenadas de la reunión de la Secta.
Se realizaría en un teatro abierto a la naturaleza sin paredes ni techo y con el acompañamiento de una banda de música clásica.
Después de que Rasha estuviera informado fue anunciando  a cada grupo las nuevas coordenadas y su nuevo cometido.
La situación debía avanzar, no podían estar más tiempo escondidos entre juncos.
Todos deberían estar preparados para el momento pero la gran mayoría no estaban preparados para luchar, nunca podrían estarlo... Estaban allí simplemente para luchar por Sión…



Levar y Rasha discutían encarecidamente.
-¿Por qué no puedo salir?
-No podrás salir del farm, es peligroso. Debemos protegerte.
-¿Protegerme de qué? Soy fuerte, soy poderosa, soy inteligente- gritó Levar rozando su vanidad.
-Tienes que bajar los humos. Y no debes salir. Nos haces falta en el Universo Alfa.
-¿Eso quiere decir que me obligarás…  que me impedirás salir…?- voceó llena de furia.
-Quiero decir que no te conviene y nada más.
-Entonces muy a pesar tuyo, también participaré en la batalla como todos y tendrás que impedírmelo a la fuerza porque no renunciaré a ello.
-Bien, si es lo que piensas que vas a hacer recuérdame que no te aconseje nada más.
-Tampoco es eso- dijo Levar poniéndose las manos en la cabeza.
-Siempre es lo que tú quieres reina Isthar. Es imposible darte un consejo.
-No me lo estas aconsejando. Me lo impones.
-Bien pues, sal si quieres del farm. – Dijo resignado- pero  ten claro que lo que vas a ver no te gustará.
-Se que no voy a un baile- respondió irónicamente- Y si, ya sé que no será fácil luchar por Sión pero elijo luchar, Rasha. – contestó con una claridad de voz apabullante.
-Bueno, se que no puedo luchar con tu carácter. Eres una rebelde inconformista. – inquirió con aplomo- Muy a mi pesar mío, Ja tenía razón cuando decía que eras una mujer lunar…
-Hacemos las paces….- le pidió dándole la mano. De cualquier modo ninguno ganaría la batalla así que al menos alguien tenía que mostrar algo de cordura.
Por fin el león se calmó, sonrió a la muchacha y le ofreció también su mano. Rasha la necesitaba pero por encima de todo estaba su dignidad y la integridad de Levar. Además la reina Bipolar se estaba ganando a pulso su respeto.

Cuando se dieron la mano ambas energías confluyeron. Levar sintió un calor electrizante que le recorrió todo el cuerpo y Rasha se sintió empujado hacia atrás.

-“¿Qué es esto?” – pensó para sus adentros.
-“Por fin te oigo Levar”- insinuó Rasha sonriendo.
Ella también le oyó a él y se quedó boquiabierta.
-“No mueves los labios al hablar…”- musitó para sus adentros estupefacta.
-“Ni tu Levar. Estas leyendo la mente.” – le contestó placidamente.
-“Y eso como sucede”- le dijo.
-“Yo llevo años de aprendizaje. No puedo leer tus pensamientos mas profundos aún”- confesó Rasha trasmitiéndole su verdad.
-Quien puede- le dijo la muchacha bipolar, esta vez vocalizando.
-Personas poderosas con la mente. Chamanes, reinas… incluso alquimios- explicó vocalizando también.
-No cuentes nada a nadie de esto Levar. Te podría servir de ayuda…- le confió.
-De acuerdo, no es mala idea.
-Lo único que puedes y debes hacer es controlarlo. De todos modos todos los que manejamos este poder en mayor o menor medida teníamos claro que eras una mente plana… Como los alquimios y algún chamán, puedes preservar tus pensamientos. En realidad es un alivio que así sea.





Después de la mini-sesión telepática, Levar se dirigió al su farm. Todo el grupo hablaba menos el keburi que pensaba en sus cosas mientras manejaba unas bolas de colores.
El keburi  se planteó si saldrían vivos de esta. Guardaba el temor de fallecer y que amaneciera en un agujero negro. Sabía que quizá viviría una trasmutación  próxima, pero no sabía en que lugar le tocaría vivir esa trasmutación y pensar que podía pasar por la experiencia de sentirse perdido por haber entrado en el Perípato de la encrucijada le creaba escalofríos.  
-¡Jack!– exclamó Levar. -¿Tu no tienes miedo a fallecer?- preguntó acercándose a él y trasmitiendo su total inocencia.
Entonces el keburi pegó un brinco y miró fijamente a Levar.
-¿Miedo a fallecer?- repitió. Había intuido sus pensamientos, era prácticamente un avance muy positivo.
- ¡Qué fiera estás echa Levar!- Dijo y sonrió gratamente. Después siguió maleando sus bolas.
-Ya has pasado otra pantalla- siguió sonriendo mientras se alejaba.   




Desde ese momento Levar comenzó a oír un murmullo en su mente. Se había dado cuenta de que los demás tenían dificultad para oír sus pensamientos y se le antojó pensar que aquello facilitaría el aprendizaje y lo convertiría en un juego divertido e inquietante.
Sin embargo aún debía controlar ese murmullo…
Se pasó un rato sumida en sus pensamientos. Contraía y descontaría las voces en su mente.
No quiero oír nada- saltó con un imperativo en su propia mente sin vocalizar nada en voz alta.
Entonces todas las voces se acallaron. Ella tembló por unos instantes y, Blod que estaba a su lado con cara de preocupación, empezó a frotarle la espalda en círculos concéntricos para calmarla…



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-Cuantas conchas perdidas...
Y cuantas noches, noches
y días que creemos que
no volvernán... -murmuró Charlie.
-Pues yo a veces pienso que todo es una
gran caracolara en espiral... 


 Istharenlanoxe....


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