El contenido de La espiral Bipolar se engloba en un libro de alrededor de 140.000 palabras (o al menos eso creo de momento) Aquí haré la honesta y árdua tarea de transcribir los cápitulos en varias fases para una lectura mas fácil. Y sobre todo compartiré el arte porque el arte que trasmite es el arte para TODOS.
La curiosidad dió sentido a nuestros pasos y nuestros pasos nos llevaron a ella...a la curiosidad bajo el influjo de las mismas espirales.

{Os mando la energía... si queréis saltar os espero en la otra espiral}

miércoles, 20 de junio de 2012

(Capitulo 4, 2ª parte) Camino a Sión



 Camino a Sión* (2ªparte)




Cuando todos se sentaron por fin en sus asientos, la reina Etram salió de la cabina de mandos y se disculpó. 

-Perdonad las molestias. Hay que presentar al señor que está al mando de los timones. El nos guiará hasta el último oasis de la espiral de los hijos de Acuario.

Justo cuando estaba pronunciando la palabra Acuario, un señor con ciento noventa y cinco centímetros  de estatura salió del panel de mandos.
Los asientos se situaban en forma de U y el se situó en el corazón de la misma.

-Bienvenidos al farm Energía Alfa.1100 -entonces apartó su canoso, largo y rizado pelo y continuó-Mi nombre es Cristo. Aunque estas maquinarias no superan a las de Babylon nosotros podemos superarlos en energía. Quien lo desee que busque la energía One Love. Y quién prefiera la lucha que se alíe a los leones de Sión. Si tenéis alguna que otra duda podéis preguntársela a la reina de Etram -terminó diciendo, mientras arrugaba toda su cara en un gesto de resignación.
A pesar de que el cansancio aparente delataba su edad su cuerpo era corpulento y robusto.
Los allí presentes entendieron el mensaje y se acomodaron en sus asientos.
Levar estaba confusa.
Un nuevo ser entraba en su vida pero sentía que le creaba cierta repulsión.
Al lado de ella estaba sentado Jacky y al otro lado Blod, y Tania junto al Keburi.
La reina apartó a Jacky y se sentó junto a Levar.

-Querida, Cristo parece un poco amenazador por su aspecto, incluso algo delirante diría yo. Pero ha vivido muchos espacios-tiempo. Ha estado en muchas espirales. Incluso ha ayudado a crear algunas. Lo único que trato de decirte – dijo sin pestañear- es que si necesitas su ayuda no dudes en pedírsela. El es un chamán. Toda su estirpe no se reúne por lazos genéticos o consanguíneos. Están unidos por antigüedad. El podría ayudarte a pasar los pozos más oscuros.

Levar se sintió aterrada. Podía entender entre líneas la forma de expresarse de aquellos seres pero en el fondo su lenguaje era tan distinto… Todas las palabras trascendían, ninguna se decía por decir, ningún nombre era en vano…

-Un pozo oscuro… -pensó-. Es justo lo que yo llevo pasando tantos y tantos meses.
Quiso agarrarse fuertemente al chamán. Decirle que le necesitaba y que no encajaba en ningún sitio. Pero aquel pobre hombre tendría cosas mejores que hacer que ayudar a una niña estúpida que había perdido las ganas de vivir.

Comenzó a sentirse mal. Realmente nada tenía importancia. Llevaba un largo tiempo sin sentir la euforia hasta que llegó a la espiral de los hijos de Acuario. Esta espiral era un buen lugar para vivir pero no era su lugar.
Viajaban hacia tierras desconocidas. Quién sabe que tipo de cosas experimentaría. Quién sabe si encontraría el camino a casa o aún mejor el camino hacia sí misma.
De nuevo el vacío…
Volvió a caer en una espiral… espiral… espiral…
Entonces , mientras el resto estaban despistados, abrió una de las pequeñas puertas laterales y se tiró al vacío.


-¡¡ Idiota niña!! -gritó Tania.
-¡¡ Mierda!!-escupió Jacky.
-Corre, abre el mando interior -gritó Blod-. Llamad al chamán. Que pare el farm y venga aquí -vociferó.
Todos los de abordo estaban inquietos. No podía perder a Levar. Su presencia era importante tal y como declaró el chamán Mol. De algún modo se sentían seguros con ella porque tenía algunas habilidades extraordinarias que el resto era incapaz de realizar.


El farm paró. Entre poblado y poblado de la espiral de los hijos de Acuario se abrían grandes pasos de desierto que se solventaba gracias a estos vehículos. Grandes dunas de arena invadían el exterior de lado a lado.
Blod se ofreció a saltar primero pero Jacky no estuvo de acuerdo, considerando que debía saltar primero él.
La reina, que permanecía estupefacta, pronto reaccionó y dispuso un equipo para que bajaran en busca de la muchacha de ojos grises. El farm debía permanecer en el aire así que debían bajar con cuerdas.
Según la reina, deberían partir Blod, Jacky, Cristo y un par de Keburis más.
Estaban situados en las lunas de lava las cuales eran peligrosas porque por allí deambulaban unos seres despreciables no mas altos de un metro.
Éstos lidiaban y trapicheaban con los π y eran llamados los desahuciados. Vivían de la energía que sobraba de cualquier lugar y en ocasiones ,si alguien se extraviaba en su territorio, lo raptaba y lo vendían a los π para comprar vehículos ligeros y algunas herramientas.

Levar aún estaba cayendo y justo en el aire un desahuciado con su plancha voladora logró alcanzarla. Estos vehículos tenían una gran amortiguación incluso en los casos que alcanzaban grandes velocidades.
El desahuciado logró coger a la chica en el aire mientras esta, aún aturdida, se dejó agarrar.
Medio mareada comenzó a reaccionar.

-Suéltame te he dicho, suéltame -repitió-. Bicho inmundo, suéltame.
-Eso es lo que tu desearías -dijo aquel ser con una voz estridente y repugnante.
-¿Qué clase de hijo de Acuario eres tú? -dijo Levar en tono de retórica-.
Éste dudo en contestarle, así que ella repitió:
- ¿Qué clase de bicho asqueroso eres tú?

Pronto llegaron a tierra. El desahuciado la agarró de las manos y Levar no pudo reaccionar porque tenía la sensación de que su cabeza iba a estallar.
En qué momento maldito se le ocurrió saltar al vacío.
Cuando llegaron a tierra la chica de ojos pardos se dio cuenta que tenían la compañía de otro desahuciado.

-Vi como un farm sobrevolaba por aquí. A veces tiran cosas interesantes que luego nos sirven de ayuda pero nunca pensé que tirarían a una princesa. Habrá que llamar a algún sacerdote -dijo el otro ser mientras se rascaba su nariz puntiaguda-.
Su piel tenía un tono oxidado cuasi verdoso y sus facciones eran picudas y alargadas. Tenía pocos pelos repartidos entre la zona prefrontal y parental y apenas unos pocos en la parte occipital. Su ropa iba acorde con su tono de piel ,en tonos verdes y marrones y rojos, camuflando algunas zonas que escondían ronchas enrojecidas y algunos  eczemas que reflejaban la alergia que el aloe curiosamente producía a lo desahuciados. 


-¿Una princesa? -dijo riéndose a carcajadas el que había cogido a Levar en el aire.
-No soy una princesa -explicó con torpeza Levar-. Solo soy una muchacha.
-¡Vaya! -exclamó el desahuciado abriendo la boca de par en par para sonreírle-. Veremos qué podemos hacer, pues, con una… muchacha…


La energía de Levar comenzaba a debilitarse y aquel ser inmundo comenzaba a darle pena. Algo en su interior le susurró que no hiciera demasiado caso a aquellos seres. Sin embargo, la meta del desahuciado consistía en absorber las energías de Levar.
Aquel ser siguió con argucia su plan y dejó que la chica se debilitara por completo apoyándola en un rincón de una duna. Esta, encogida de piernas y hombros, notó como la mano del desahuciado se posó en su corazón y comenzó a absorber su energía positiva sin ser consciente de que las ondas deltas de su estado hipnótico eran peligrosas ya que la energía que quedaría restante no sería una energía negativa precisamente débil.
De pronto, unos pasos más atrás, apareció otro desahuciado acompañado de tres planchas voladoras más que venían desde más lejos.

-¿Qué estás haciendo, inútil? -levantó la mano e hizo una señal de parada-. Te ordeno que pares inmediatamente. ¿No ves que no tiene apenas energía? Acabarás con ella.

Ambos discutían entusiasmados cuando llegó todo el grupo restante subidos en las planchas.

-¿Qué pasa aquí?- gritó uno con voz de mando.
-Hemos encontrado a esta chica y el idiota de Guly ha intentado absorberle toda la energía. Reconozco que es tentador, pero antes deberíamos ver quién es, podríamos meternos en un lío – dijo, dirigiéndose al que había capturado a la muchacha.
La voz de mando exclamó -¡Cállate! Eso pronto lo sabremos. Que alguien coja a la chica. La llevaremos al campamento. 
-Y tu Guly… - hizo una pausa y le miró desafiante observando que sus ojos se habían tornado azules fruto de la descompensación de potencias que había absorbido. - !Deja de mirar con esa cara de asombro a la chica!
-!Qué alguien lleve a desinfectar a este idiota al campamento! - Exclamó mirando al resto - Ha absorbido ambas energías… - Susurró pensativo.

Todo estaba sucediendo demasiado rápido. Todos los acompañantes del farm estarían preocupados y ,por un motivo que Levar desconocía, recordó  haber estado atada de manos.
Entonces lo recordó con claridad, lo que le ataba no era una cuerda sino las manos de dos enfermeros. Su pensamiento de vuelta al hospital.
Eso le hizo recordar a su familia y posteriormente a Blod, a Jacky y a Tania, incluso a la reina Etram. Se preguntaba por qué tenía esa puñetera manía de preocuparse por todo el mundo.

Los desahuciados, junto con Levar, se alejaron en dirección al campamento. Ella albergaba el anhelo de que Tania intuyera lo que estaba pasando o de que Jacky pudiera encontrarla con su creatividad e intuición.
Su fin no podía acabar allí, con aquellos seres repugnantes. Al menos merecía otra muerte. Fue justo entonces cuando dilucidó que no debía buscar más en lo ausente. En aquella situación extraña debía encontrar el camino de vuelta al farm por su cuenta.
Llegaron al campamento. Tenía forma de L y a simple vista parecían simples nómadas del desierto viviendo en un oasis. Sin embargo, al acercarse aún más, vio una hilera de palos con ratas muertas pinchadas en ellos y cambió de parecer. Aquellos seres daban asco. Por otro lado, no había fuego, y en su ausencia había unas grandes lámparas metálicas en forma de champiñón que despedían calor de forma abrumadora.
Cuando llegaron a las tiendas, Levar comenzó a sudar sin parar. Rezaba para que no la metieran en una de ellas.
Las jaimas eran de un color pardo militar y solo tenían una entrada principal. Estaban echas de grandes lonas rugosas que se unían con palos de madera, formando picos en el techado. Todas en el poblado tenían el mismo tamaño y la misma calidad.
Levar fue guiada hasta una jaima, y cuando entró en una, sintió una punzada en el corazón.
Los desahuciados eran especialistas en absorber energía. Unos lo hacían mejor que otros, pero, en definitiva, su vida dependía de ello.
Por lo que estaba sucediendo parecía que estaban preparándose para realizar una asamblea.
Levar no quiso articular palabra. Hubiera sido aún peor. Sin embargo, comenzó a llamar a Tania con el pensamiento. No sabía si surtiría efecto pero ,si para los hijos de Acuario ella tenía una fuerza especial, tendría sencillamente que creérselo.

De ese modo dejó sus instintos en alerta y observó.
Los desahuciados parecían enanos y su aspecto era realmente desagradable. Aún así tenían el cuerpo de un hombre proporcionado, si bien eran mas bajos y desmañados.

Todos se sentaron inquietos observando tanto al jefe como a Levar.
Ella comenzaba a notar el roce de la cuerda en sus manos y la paciencia hacía sus pequeños estragos.
Tiró de las cuerdas pero no había forma. Entonces, miró a un desahuciado, que por algún motivo que desconocía le resulto de confianza. Así que se aventuró a buscar una posible forma para huir…

-Shh, shh, acércate -dijo de forma sinuosa.
El pequeño hombre le hizo caso y se sitúo junto a su lado, recto como una estatua.
-¿Sabes como podría quitarme la cuerda un rato? Me duelen las muñecas ,sabes… -le expuso disimuladamente.
-Claro -dijo sonriendo el desahuciado-. Pero si lo hago me castigaran.
-Tranquilo, yo tengo un regalo mucho mejor para ti. Te sacaré de este lugar.
De repente, el desahuciado abrió los ojos de par en par.
Sacó una pequeña daga de su bolsa de tela de color verde oscuro y comenzó a cortar la cuerda situado en la espalda de Levar.
Todos estaban tan ensimismados en la conversación sobre lo que harían con la chica que nadie reparó en tal efecto.

Cuando logró desatarle, le preguntó si podría conducir una plancha voladora y ,en cuando le confirmó que así, era partieron sigilosamente hacia fuera.
Al a los pocos instantes repararon en la ausencia de Levar y salieron disparados en su búsqueda.
Todos andaban un tanto dispersos hasta que el jefe ordenó que fueran a buscarlos al mismo punto donde habían encontrado a la intrusa.
En este instante la chica de ojos plateados y el desahuciado ya estaban a mitad de camino de aquel lugar.



El grupo escogido para buscar a Levar mientras merodeaba la zona, divisó dos siluetas a lo lejos en una plancha voladora.

-Creo que es… esa… ¿Esa es Levar?
Blod oteó dos figuras  y comenzó a gritar:
-¡Levar, Levar!
Todo el grupo acudió a su encuentro. Tania, al ver al desahuciado, sintió repugnancia.
-¿Qué hace esta cosa aquí? -dijo despectivamente la hija de Acuario.
-Tiene que acompañarnos -aseveró Levar.
-¿Cómo? -exclamó Tania, indignada.
-Creo que es mala idea desequilibrar las energías del grupo. -planteó Jacky.
-No me iré sin él. Lo prometido es deuda. Además, respondo por él.

Todos los allí presentes se quedaron boquiabiertos, hasta que Blod reaccionó más rápido y exclamó:
-Vamos, chicos, todos al farm, incluido el desahuciado.
Corrieron al farm, y cuando entraron, el pellizco en el pecho de Levar cesó en su dolor…


Salieron en rasante y pronto ascendieron acelerando el paso progresivamente.
Cristo, desde su posición, vio como los desahuciados habían llegado al lugar donde cayó Levar y respiró profundamente.
Aquel vehiculo era más eficaz de lo que Levar había imaginado. Era capaz de transformarse en un vehiculo aéreo, dispararse a propulsión o mantenerse en el aire sin ningún esfuerzo. Y lo mas curioso es que tenía una forma horrible cuadriculada similar a un autobús para Levar.

Por un lado llevaba puesta la túnica marrón que le había ofrecido la reina y por otro conservaba sus botas y falda atigrada. Se sentía mejor llevándolas aunque pintase un auténtico cuadro. Al fin y al cabo, el sentido de pertenencia era sano y le permitía no olvidar a los suyos y a su entorno. Por eso recordó lo que debía ser en esencia; un caballo salvaje raro.
Aún así seguía sintiéndose una cobarde en realidad. Estaba cansada y quién sabe cuán lejos de su casa. Se lo tenía merecido por no admitir que la enfermedad le había superado y se le antojó pensar de nuevo que todo aquello era un sueño extraño.

Necesitaba dormir, y trató de hacerlo con la convicción de no despertar jamás.
Se sentó junto a Jacky y subió las piernas en el asiento de al lado, pidiéndole amablemente  que le dejara caer la cabeza sobre su regazo.
-Claro pequeña, claro. Necesitas dormir.
Y mientras ella trataba de conciliar el sueño, el Keburi le susurraba al oído:
-Duerme anda, que aún te quedan muchas cosas por saber…


Os dejo el enlace a Mi facebook para que podáis seguir por allí el libro si no sois bloggeros y dejar comentarios y demás. (Aunque también se agradece que los dejeis por aquí)



Isthar Enlanoxe.



















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario. Exprésate...